Catarsis
Por
Elsa de León A.
Juventud
veracruzana
El Estado de Veracruz, el tercero más grande en densidad
poblacional de México, tiene el mayor número de población joven.
Según el censo de 2010 del INEGI, se reportan 7 millones 643,194
habitantes en el estado.
3 millones 947,515 son mujeres y 3 millones 695,679 son hombres.
El 61% de la población se encuentra en la zona urbana y el 39 % en la zona
rural.
En Veracruz de Ignacio de la Llave, el
grado promedio de escolaridad de la
población de 15 años y más es de 7.7, lo que equivale
prácticamente a segundo año de secundaria.
De acuerdo con estas cifras, las
posibilidades de conseguir un buen trabajo se reducen.
Los jóvenes que se encuentran en estas
edades, de los 13 a los 18 años, no tienen ninguna posibilidad en este estado y
menos en este país y mucho menos con las reformas que se han realizado a los
planes de estudio.
Nuestra Constitución tampoco contempla
derechos y obligaciones para este rango de edad, porque quienes están en él se
consideran menores de edad, dependientes todavía de los padres.
Supongo que la mayoría de ellos tienen
carencias desde que nacen, porque la vocación del ser humano es la pobreza: nacemos
pobres y morimos pobres.
En el transcurso de la vida, esos jóvenes
logran poco o quizá nada, y menos si su origen es una zona rural, donde la miseria
y la ignorancia se arraigan.
En la actualidad, en el Estado de Veracruz,
y a nivel nacional, las posibilidades de un mejor futuro para los jóvenes se
esfuman. Antes de la Reforma Integral de la Educación Media y Superior (RIEMS),
algunos jóvenes tenían la posibilidad de que si no seguían o podían estudiar,
existía un centro de capacitación para el trabajo, que era el Conalep, muy bien
pensando en su momento, para los jóvenes que quisieran aprender un oficio.
Pero desde la RIEMS, esta posibilidad
desapareció, ya que el sistema Conalep se convirtió en bivalente, lo que quiere
decir que ahora es un bachillerato con carrera técnica.
Aunque se contemplan en el plan de estudios
dos niveles de egreso o de competencia que adquiere el alumno, que son:
Profesional Técnico y Profesional Técnico Bachiller, el sentido o la esencia
del Conalep ya desapareció. Era un Centro de Capacitación para el Trabajo, y
nada más.
Esa etapa de la vida de muchachos entre los
13 y los 18 años está desierta en cuanto a ofertas para los jóvenes que desde
temprana edad quieran desarrollar una competencia o aprender un oficio, o que
no tengan los recursos económicos para continuar con sus estudios. La
posibilidad de aprender un oficio de manera regular no está contemplada.
En cualquier plan municipal, estatal o nacional
se debe tomar en cuenta a los jóvenes, prever su preparación y hacer un estudio
de cuáles son las necesidades de mano de obra en cada microrregión, para capacitarlos,
y llevar crecimiento y bienestar. Pero eso ha fallado en los últimos 30 años en
México. Y vamos de mal en peor.
Hemos copiado sistemas de gobierno que no
han servido de mucho y nos insertaron en un modelo económico que ha hecho muy
pocos millonarios y millones de pobres.
Me pregunto si quienes gobiernan no se dan
cuenta de las necesidades apremiantes de nuestra juventud; si no se dan cuenta
de las necesidades de crecimiento de las ciudades y del país.
¿Usted qué
opina?
Sus amables
comentarios a: edla_2013@icloud.com