HORA
LIBRE
Álvaro Belin Andrade
Américo,
te hablan en CMAS.
El alcalde xalapeño no ve, no oye, no
dice nada, pero a la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento le hace falta que
le echen agua sobre el incendio que ya empieza a crecer y para sanear lo que se
está haciendo de pésima manera.
No solo se trata de los casos de
nepotismo en que han incurrido tanto el alcalde como su tesorero, lo que pasa
es que quienes están a cargo de oficinas de mediano calado están haciendo un
verdadero desorden administrativo que amenaza con involucrar al mismísimo edil,
quien se ha manejado con un discurso de honradez, eficiencia y transparencia,
cuando en lo oscurito se destilan las viejas prácticas de la corrupción.
El malestar entre el personal de CMAS se
empieza a generalizar. No solo porque se ha despedido injustificadamente a
personal que ya laboraba en esa dependencia, sino porque la generalizada
práctica del moche de salarios, en que ya incurrió una funcionaria municipal
que fue despedida con anterioridad (cercana al alcalde), ha aterrizado entre
los funcionarios.
Pese a que se instruyó a los nuevos
funcionarios para que mantuvieran control y orden, luego de las denuncias
periodísticas (entre ellas, las publicadas en Hora Libre) y en redes sociales,
lo que se ha hecho es todo lo contrario, y ahora prevalece el descontrol y el
desorden, sin que el nuevo director del organismo, Carlos Hernández Martínez,
tenga siquiera conocimiento del asunto.
A las prácticas de nepotismo, la
contratación de aviadores con altos sueldos, el régimen de terrorismo contra
los trabajadores y la pésima atención al público, se suman ahora los descuentos ilegales a
parte de los salarios de los recién contratados y la creación de verdaderas
intrigas para justificar despidos, utilizando para ello a la gerente de
Recursos Humanos, Diana Rosalía Moncayo.
Frente a ello, no ha habido una sola
declaración de Américo Zúñiga Martínez, entretenido en tejer futuros respaldos
políticos con la entrega de calles pavimentadas en colonias populares y en
tratar de fraguar una política de movilidad para la ciudad, apoyado por
organismos internacionales.
En estas andanzas, según los afectados,
están involucrados el director Comercial, Irvin Vitte, quien ha perdido el
control de la cobranza y, derivado de ello, han disminuido de manera
preocupante los ingresos de CMAS en los últimos meses, y Antonio Bretón,
asistente del nuevo Director General, quienes se han convertido en una
verdadera muralla para que Carlos Hernández ni se entere de los enjuagues. Lo
anecdótico es que en esas maniobras están pasando a afectar a la propia gente
de Américo Zúñiga e, incluso, del gobernador Javier Duarte de Ochoa.
CMAS,
clínicamente enfermo
Ya hemos comentado en este espacio las
diversas expresiones de corrupción que pueden hundir a este organismo y hemos
avanzado la hipótesis de que sufrirá el mismo destino que el organismo similar que
opera el servicio en los municipios de Veracruz y Medellín de Bravo, el Sistema
de Agua y Saneamiento (SAS), llevado a la quiebra y ya concesionado a las
empresas Odebrecht y Aguas de Barcelona.
Uno de los puntos más notorios es el de
usar su nómina para dar cabida a familiares tanto del alcalde Américo Zúñiga
como del Tesorero municipal Carlos Alberto Durante Sedas.
El primero tendría en la nómina, como
aviadora, a su prima Ilama Zayra Zúñiga Ledesma, maestra normalista; su primo
político, marido de Ilama, José Antonio Bautista García, quien fue contratado
(pese a no tener perfil profesional) como auditor de CMAS, en el área de
Cultura del Agua. Aunque no está en CMAS, habrá que agregar a su primo Rodolfo
Esteban Zúñiga Hernández, quien labora como jefe del departamento de Recursos
Humanos del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF Municipal).
Carlos Alberto Durante Sedas, Tesorero
municipal, por su parte, ha colocado a familiares, como su hermana Edna Marissa
Durante Sedas, en la Unidad de Parque Vehicular de la CMAS, bajo las órdenes de
Oliver de Napoli Domínguez; a su cuñada Elizabeth Ramzahuer Villa, en la Unidad
de Acceso a la Información Pública, y a
su concuño, contador Raúl Martínez, como miembro de la comisión de entrega de
la dependencia al nuevo director, Carlos Hernández Martínez.
Este manejo desaseado en un organismo que
presta un servicio fundamental para la población en el municipio, podría llevar
aparejado no solo una situación de escándalo por los temas de corrupción y
nepotismo, sino también dar al traste con su existencia para optar, una vez en
quiebra, por su concesión a particulares, como ha ocurrido en el caso del SAS.
En un comentario anterior señalábamos
que, a la carga presupuestal de varios aviadores, CMAS debe afrontar una más pesada
para mantener 50 puestos directivos, entre directores, gerentes, coordinadores
y jefes de departamento, cada uno de los cuales dispone de personal a su mando,
además de los trabajadores de campo. Pareciera haber sido convertido en un gran
proyecto de generación de empleos.
Alguien debe dar el manotazo sobre el
escritorio para terminar con esta sangría financiera que, por lo demás, la ha
convertido en un organismo inoperante hasta para cobrar el servicio de agua y
saneamiento.