Al estilo Mathey
· Noé Valdés
Gustavo CADENA MATHEY
Buen día apreciado lector:
Fíjese usted que el siete de junio es un día muy especial para los periodistas.
Es decir, se trata del llamado Día de la Libertad de Expresión, que en nuestro país se institucionalizó en 1951 en el gobierno del Presidente Miguel Alemán Valdés a sugerencia del Coronel José García Valseca, el antecesor de los diarios de lo que es hoy la Organización Editorial Mexicana.
Este día ayer pasó desapercibido a causa de la conicidencia de las elecciones federales.
Antes, y no lo estoy añorando, los periodistas recibían obsequios, telegramas y cartas de personas a las que llamaba la atención lo que los periodistas serios publicábamos, o sea, una nota informativa orientadora, una entrevista con carácter social o político, un reportaje, en fin, cosas interesantes.
Eran tiempos diferentes tanto en mentalidad como en tecnología. Por ejemplo escribir lo que se llamaba groserías creo estaba penado por la ley y por la única religión en la que creían nuestros padres y lo respetamos siempre.
Y por ejemplo a diferencia de lo que hoy sucede, los reporteros que hacíamos alguna vez trabajo fuera de la ciudad sede del periódico, teníamos que dictar por teléfono la nota informativa y ahí estábamos casi una hora para que quien la recibía desde Xalapa la pudiera copiar en texto y en la máquina de escribir.
En los días “de la libertad de expresión” o “del periodista” se hacían reuniones de fiesta y se reconocía a los más valiosos y destacados del medio.
Hoy ya se hizo costumbre que lo haga la Organización de Comunicadores de los Estados y del Club de Periodistas de México que encabeza en la entidad Uriel Rosas Martínez, y ahora también la Sociedad Mexicana de Caricaturistas que liderea Marcos Cruz, El Tlacuilo; el viernes pasado entregaron los testimonios respectivos a todos los que lo ganaron con total merecimiento.
Me dio mucho gusto que entre ellos estuvieran mis admiradísimos amigos Nicanor Juanz y Miguel Angel Cuevas, por 50 años de trayectoria el primero y por su legendario camino en la Radio, de ese enorme ser humano que es Miguel Angel. También la alegría por Adriana Delgado y el fotógrafo Eduardo Murillo.
A propósito de fotógrafos hoy les comento que otro reportero gráfico de larga y positiva trayectoria como es el caso de Noé Valdés a estas horas lucha por su vida.
Hace alrededor de dos meses lo operaron aquí de una enfermedad del corazón, se le hacía una bolsa y se llenaba de agua, algo así; al poco tiempo se le repitió el mal y la semana pasada lo volvieron a operar de lo mismo y los médicos decidieron que este lunes debe ser checado al mediodía en el Hospital ABC del Distrito Federal para un estudio.
Noé y su esposa Margarita y sus hijos necesitarán de ayuda económica, pero también y mucho, Noé Valdés requiere de ayuda celestial, por eso pido a los lectores una oración por Noé para que se recupere pronto.
Y por cierto, finalmente expreso desde aquí mi gratitud a mi amigo Tito Barquín por sus afectuosas palabras en correo electrónico respecto a mi trabajo en el periodismo.
Tenga el lector una semana llena de satisfacciones.
