Al Estilo Mathey
*El discurso de Manzanilla.
Gustavo CADENA MATHEY
Buen día apreciado lector:
El pasado 8 de julio el Poder Judicial del Estado entregó a cuatro de sus integrantes la “Medalla Al Mérito, Fernando de Jesús Corona y Arpide”, por cuarenta y cinco años, o más, de invaluable esfuerzo y responsabilidad en la noble función de impartir justicia.
El pasado 8 de julio el Poder Judicial del Estado entregó a cuatro de sus integrantes la “Medalla Al Mérito, Fernando de Jesús Corona y Arpide”, por cuarenta y cinco años, o más, de invaluable esfuerzo y responsabilidad en la noble función de impartir justicia.
El reconocimiento se hizo a los magistrados Sara Hilda Beltrán Ramos, Irma Dinorah Guevara Trujillo, Reynaldo Madruga Picazzo y Miguel Gastón Manzanilla Pavón.
En la ceremonia que presidieron el magistrado presidente Alberto Sosa Hernández con la presencia como testigo de honor del gobernador Javier Duarte de Ochoa, a nombre de los reconocidos el magistrado Miguel Gastón Manzanilla Pavón dijo que quienes han transitado toda la vida en el poder judicial, desde los escaños mas inferiores saben que por mucho tiempo han recorrido un camino escabroso que en cualquier momento podía acabar con sus aspiraciones (algunos compañeros jueces decían que siempre estábamos con un pie adentro y uno afuera del sistema), un descuido o negligencia grave, una deslealtad de un empleado, una intriga palaciega, una enemistad con un magistrado en ese tiempo superiores administrativos de los jueces, o la simple necesidad de la plaza para otros fines, eran amenazas constantes en el devenir diario. un cambio de adscripción significaba tres o cuatro meses sin recibir salario, hasta que en tesorería, o sea poder ejecutivo, se autorizaba el pago. el poder judicial no administraba su presupuesto.
Recordó que hasta antes de 1987 el nombramiento de
magistrados duraba seis años, que iniciaban y concluian junto con el término
del poder ejecutivo, y por ende, cada sexenio el nuevo gobernador barría con el
tribunal, dejando a dos o tres magistrados que seguramente servían para
indicarles a los demás en donde trabajarían, y para instrumentar la mecánica
del pleno en donde se eligiría el nuevo presidente del tribunal, desde luego
recomendado por el gobernador electo, que era reelecto año con año.
“Los jueces de primera instancia, aun cuando conforme
a la ley su nombramiento tenía duración indefinida, éramos citados a esta ciudad
de Xalapa con la renuncia en la mano, y en donde, en un desfile bochornoso ante
el nuevo presidente o la persona que éste indicara, se nos decía quien se iba o
se quedaba, la permanencia no era siempre cuestión de capacidad”, indicó
Manzanilla Pavón.
Luego añadió que como consecuencia de la lucha y
gestión de la Comisión Nacional de Tribunales (CONATRIB) en 1986 el presidente
Miguel de la Madrid, envió al congreso la reforma al artículo 116
constitucional, incorporando lo que ahora conocemos como garantías de la
jurisdicción local, creando ente otras cosas la inamobilidad después de una
ratificación, modelo adoptado por nuestro estado y luego modificado en el 2000
que la sustituyó por un periodo fijo de diez años.
Destacó que tan han cambiado las cosas que quienes
ingresan ahora al poder judicial, cuentan con salarios decorosos, seguros,
capacitación, locales dignos, climatizados, computarizados, secretarios
proyectistas y ayudantes, insumos suficientes, etc., a nadie puede pedírsele la
renuncia aunque haya razón para ello, y aquellos a quienes se sanciona, aun con
motivo justificado, pelean hasta las últimas instancias su reinstalación y algunas
han acabado hasta en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
“Y que bueno que así sea, pues de lo contrario pensaría
que los años de servicio que ahora nos reconocen fueron desperdiciados
tristemente.
“Lo anterior me recuerda una anécdota del finado
magistrado Julio Patiño, que me tocara presenciar, cuando discutiendo con otro
servidor, éste le dijera “es que yo tengo
veinticinco años de experiencia” a la que Patiño replicó “no, usted tiene veinticinco años de hacer
lo mismo, lo cual es diferente”, y tenía razón Patiño, puesto que la experiencia
no deriva de simplemente cumplir entre comillas con un trabajo, sobre todo
cuando éste es un servicio público que trasciende a los gobernados en un
aspecto fundamental de sus vidas, como lo es la justicia, sino de compenetrarse
en el mismo, de estudiar su dimensión, sus fallas, de proponer modificaciones
que atiendan al mejoramiento, de recibir críticas constructivas y evaluar si lo
que se hace aun tiene un significado, mas allá de la simple recepción de un
salario o de la vanidad del puesto”.
Precisamente al inicio que recibían el reconocimiento “a
fe de no incurrir en falsas modestias que solo ocultan vanidades; debo
reconocer que siempre es grato recibir un reconocimiento por el trabajo, y no
es porque precisamente se trabaje para recibir premios o recompensas, pues
desde que protestamos como servidores públicos estamos obligados a poner la
mayor diligencia y toda nuestra capacidad y empeño en el desarrollo de la
función encomendadada, por la cual por cierto se nos paga una remuneración”.
Cerró su interesantísima alocución recordando que
algunos magistrados “estamos más cerca de la sentencia final que de otras
cosas, sin embargo estoy contento, y estoy seguro que lo mismo sucede con
quienes me acompañan en este reconocimiento, de haber hecho lo que nos
apasiona, con aciertos y errores, pero con absoluto respeto a la dignidad del
poder judicial, y de los ciudadanos a quienes servimos”.
SOBRESALIENTE
Me cuentan que la empresa Liconsa en Xalapa está
entregando buenas cuentas a la jefa mayor de la SEDESOL Rosario Robles, merced
al trabajo cotidiano de su gerente Francisco Javier Vera Méndez, quien fomenta
un buen ambiente motivando a sus compañeros a trabajar en equipo. Bien hecho.
Se trata de una empresa del
Gobierno Federal con responsabilidad social, conformada por capital humano de
excelencia, que industrializa y comercializa productos lácteos de la mejor
calidad nutricional a precio accesible, para contribuir a la alimentación y
nutrición de las familias mexicanas.
Tenga el lector un día muy provechoso.
gustavocadenamathey@hotmail.