Al Estilo Mathey
*¡Claro que hubo señales!
Gustavo CADENA MATHEY
Buen día apreciado lector:
Pues sí, durante el acto
recordatorio de la expedición de la ley agraria de 1915 el pasado miércoles en
Boca del Río, hubo algunas acciones que parecieron “Peñaseñales”, aunque muchos
no las vieron.
Impedido el acceso de este
reportero al WTC por no portar gafete que nunca solicitó, lo más oportuno fue
irse a un costado del lugar de los hechos ahí en la Plaza Américas, rentar una
computadora y seguir el acontecimiento con el mejor de todos los ángulos.
Hay ocasiones en que las cámaras propician un perfil incomparable para observar a fondo las actividades del Presidente de la República y eso se puede conseguir metiéndose al internet.
De esta forma el reportero pudo observar cómodamente sentado, seguramente muchos más detalles que los apreciados por los colegas ahí presentes.
Pero era obvio, se veía venir, que
estando como están las cosas en Veracruz y en buena parte del país, en pleno
periodo electoral el visitante tendría que hacer evidente, magnificar su
interés en mezclarse entre la gente.
Por eso en el análisis que anticipé en mi colaboración
anterior escribí:
“¿Que tal se vería que para
ayudar a mejorar su propia imagen, para ayudar a su partido y para apoyar a su
candidato a gobernador, el Presidente Peña Nieto hiciera a un lado las
vallas y saliera de su burbuja a saludar a la gente, a darse un verdadero baño
de pueblo que tanta falta le hace?, y de paso abrir las arcas federales bajo
estricto y severo control para que la gente no se quede sin sus pagos
oportunos. ¿No sería esa la mejor "Peñaseñal?”.
Pues
seguramente el Primer Mandatario leyó muy temprano “Al Estilo Mathey” porque
así lo hizo. Apenas entró a las instalaciones del World Trade Center y recibió
los honores de ordenanza, con su camisa guinda de cuadritos, de inmediato se
lanzó en los brazos del pueblo.
Lo
abrazaban, lo apapachaban, lo apretujaban, lo fotografiaban, le daban sus
celulares para la autofoto, de repente se perdía en el maremagnum campirano,
parecía hundirse en la marea humana y luego surgía, se trepaba a las valla,
alzaba las manos, estrechaba las que se podía y lo que nunca se había visto,
tardó casi una hora en llegar al presidium bañado plenamente de pueblo, y sobre
todo, empapado en sudor en medio del asfixiante calor priísta.
Incluso lo
confesaría en su mensaje cuando apuntó:
“Me ha
dado mucho gusto, enorme satisfacción, estrechar la mano de muchas y muchos de
ustedes, que me han hecho sudar la gota gorda. Pero es esa gota que ustedes, de
sudor, todos los días sudan trabajando nuestros campos.
“Esas
manos de ustedes, con las que labran la tierra, con la que producen alimentos
que consumen las familias en las mesas de sus hogares.“Gracias por la calidez;
por el trato cálido, amable, generoso, fraterno y cercano que cada uno de
ustedes me dispensa.
“Por eso, siempre me regodeo, siempre celebro
este encuentro con todas y todos ustedes. Porque me permite acercarme, de mano,
con esta cercanía, a quienes juegan en favor de México, desde el trabajo que
hacen en el campo.
“Aquí
están organizaciones campesinas, mujeres y hombres, jóvenes que están dedicados
a la actividad agropecuaria. Y es ésta, ocasión para con ustedes reiterar el
compromiso, repito, vigente que tiene el Gobierno de la República de ser un
gran aliado de ustedes”, dijo el mexiquense.
Ya casi para
iniciar los discursos en la pantalla se vio a una mujer que surgió de enmedio
de la primera fila; rápido se acercó al estrado a una altura mayor a la de
ella, apenas reaccionaban los guaruras temiendo lo peor cuando a la vez Peña Nieto casi saltó de su
silla alargándole la mano y ordenando la dejaran saludar, lo que le generó
simpatías de los que lo vieron.
El primer
orador fue el gobernador del estado y aquí se vio algo que solo los
protagonistas sabrán. Al momento que el joven Duarte daba la bienvenida a cada
una de las personalidades, al referirse al senador Héctor Yunes Landa, la
cámara que lo enfocaba, cambia hacia Peña Nieto al que se ve voltear a su
izquierda, extender la mano y comentar algo al líder nacional
del PRI Manlio Fabio Beltrones, ante los gestos de sorpresa del dirigente
nacional de la CNC y del Secretario de Hacienda que compartían asientos.
Se puede hablar
de otras señales como las reiteradas muestras de afecto a Duarte, al que en el
discurso dio “muchas gracias por su hospitalidad”; el hecho de saludar al “Señor
Presidente del Partido Revolucionario Institucional” Manlio Fabio Beltrones,
pero no al del estado como lo cuenta en su Prosa Aprisa mi paisano Arturo Reyes
Isidoro, quien publicó:
“…Pero,
así haya sido ocasionalmente, el presidente Peña, de los aspirantes sólo saludó
a su paso al senador José Francisco “Pepe” Yunes Zorrilla, quien estaba sentado
en el extremo derecho por donde bajó una vez terminado el acto, y al único otro
con quien lo hizo fue con, ¡oh circunstancias!, el senador Héctor Yunes Landa.
“Peña
fue saludando a todos los que estaban en la primera fila, pero cuando llegó al
extremo izquierdo, de pronto el dirigente nacional de la CNC, Manuel Cota
Jiménez, le dijo que ahí estaba la gobernadora de Sonora, Claudia Pavlovich
Arellano, quien platicaba con Héctor. El Presidente los saludó a los dos, a
Yunes Landa de mano y le dio una palmadita en uno de sus brazos, y aunque
junto, al lado, estaba el dirigente estatal del PRI, Alberto Silva Ramos, y lo
vio, no lo saludó, se dio la vuelta y regresó a seguir saludando a los de la
primera fila”. Esto fue parte de lo que vio el experimentado periodista Reyes
Isidoro.
Por
otra parte, qué bueno que Don Gustavo Carvajal Moreno, veracruzano distinguido,
haya recibido el reconocimiento de la Medalla Venustiano Carranza. El
Presidente lo destacó y dijo que le dio mucho gusto sumarse a este muy merecido
reconocimiento.
Ahora,
para terminar de comprobar las “peñaseñales”, esperemos recibir ya el posible
salvavidas financiero para que el estado pueda recuperar la operatividad y
jubilados, pensionados, trabajadores en activo y acreedores sigan viviendo en
armonía.
Tenga el lector un fin de semana
extraordinario y siga disfrutando a la familia.
Al estilo Mathey
*HY el valor de la lealtad
Gustavo CADENA MATHEY
Buen día lector:
Aunque la búsqueda de la candidatura del PRI a gobernador de parte de
Héctor Yunes Landa empezó hace más de treinta años, fue hace seis cuando igual
que ahora, estando a la cabeza de las encuestas, la buscó abiertamente con el
aparente respaldo del entonces gobernador Fidel Herrera, pero se estrelló ante
la ambición de poder y maximato, de éste.
En aquella ocasión a pesar de todos los obstáculos y traiciones de su
compañero de partido que le negó el registro para contender, Yunes Landa
demostró y probó a los ojos de todo el mundo su disciplina y lealtad priísta al
no aceptar la candidatura del PRD que le vino a ofrecer en bandeja de plata Jesús
Ortega, que era el dirigente nacional de ese partido.
Y aún más, pidió a sus miles de seguidores aguantar vara y votar y hacer
ganar al candidato designado por Fidel, lo que al final se consiguió con muchas
dificultades.
Fue precisamente a principios de
julio de 2010 cuando desde la tribuna del congreso Héctor anunció su decisión
de renunciar a presidir la junta de coordinación política y la coordinación del
grupo legislativo del PRI, partido del que dijo “es el partido en el que
inicié mi militancia desde joven, el partido en el que milito y el partido en
el que voy a militar toda mi vida”.
Y lo reiteró: “que no haya dudas, que no filtren información mal intencionada,
soy hombre de lealtades, así me he formado en la vieja escuela de mi partido,
soy honesto, soy leal, pero también soy frontal”.
Aquella vez detalló que durante muchos años se había preparado para asumir
las más altas responsabilidades políticas y administrativas y confió en que su
proceso de afirmación política y de capacitación técnica había sido paulatino y
constante “porque estoy convencido que la madurez para gobernar es algo que no
puede apresurarse.
“Pienso que la juventud debe hacerse acompañar de la experiencia que solo
da el transcurso del tiempo. Así se logra un justo equilibrio entre el ímpetu y
la reflexión, entre el impulso y la racionalidad, entre el deseo y el conocimiento”,
habría comentado acaso en referencia al joven que impulsó el cuenqueño.
Insistió en que no era un asunto de edad, sino de madurez, pero refirió que
el candidato de Nuevo León tenía 36 años, el de Querétaro 44, el de Campeche 51
y el de San Luis Potosí 58 y a la distancia ya vemos el desastroso resultado de
la gestión del joven neolonés que provocó que esta vez la gente le diera la
espalda al PRI por un candidato independiente.
Seguido con ojos de plena admiración de los diputados de la 61 Legislatura
y de los asistentes a la sesión de aquel 7 de julio reiteró que su proyecto por
la gubernatura “se ha forjado en el PRI donde he aprendido el valor de la
lealtad y de la disciplina de las grandes mujeres y los grandes hombres de mi
partido. Por ello me propongo con empeño servir a Veracruz en la más alta de
las trincheras; pero dentro del PRI, insisto, nunca fuera de él”, ¿a seis años
después de sus luchas en pro del tricolor alguien pensará que no merece la
candidatura?
Y aunque en aquel tiempo sólo tronaban los chicharrones de Fidel porque no
era priísta el Presidente de la República, Héctor Yunes aseguró que tenía la plena
convicción de que su partido sabría reconocer esos valores y abrir las puertas
a las legítimas aspiraciones de quienes habían aportado su mayor esfuerzo desde
la edad temprana, destacando lo útil de la experiencia. “El proceso para elegir
al candidato debe ser transparente, honesto y equitativo”, demandó.
Decía postular la congruencia como premisa irreductible, “la congruencia
entre el decir y el hacer que tanto demandamos los mexicanos; ese es el
principio de la honestidad que tanto le urge a la República”.
Eso y más ocurrió hace seis años, hoy con un Presidente priísta y un estado
harto de las injusticias, veremos cómo le irá al choleño.
SOBRESALIENTE
***Digna de aplaudir la medida de
cancelar cobros en estacionamientos de plazas comerciales. Lo único lamentable,
que los cobradores podrían quedarse sin chamba. Ayer por la tarde todavía
cobraban en la Cristal.
***Alejandro de la Madrid, el joven
presidente de la Fundación Salvemos El Agua ha aportado valiosos servicios a la
sociedad estatal con esta organización que se preocupa seriamente por servir. No
sería nada raro que su honestidad y deseos de ser útil pronto les sean reconocidos.
Qué tal con una candidatura a la diputación. Su voz en la Cámara sería
trascendente para todos.
Tengan ustedes una gran semana de
armonía y salud.