Al Estilo Mathey
*El Cisne y Diógenes
Gustavo Cadena Mathey
Buen día lector:
A estas
alturas y con tanto ruido mediático, cuando las campañas políticas por la
renovación en el gobierno estatal no alcanzan aún su máximo hervor, es difícil
no leer tanta cosa que se publica.
Más vale
refugiarnos en una buena lectura como las de aquellas grandes fábulas de los
griegos que en nuestra adolescencia y aún hoy, nos siguen maravillando.
Sin
embargo, parafraseando precisamente alguno de esos hechos de escándalo
palaciego, bien podría asemejarlos a ese dicho del “canto del cisne” del que la
cultura popular identifica como acaso la última actuación afortunada de una
persona o gobernante.
En la
internet se escribe: “puede decirse que el cisne no canta nunca sino
que produce un sonido parecido a un graznido, como un ronquido sordo, pero
justo antes de morir, este animal emite un canto llamativamente melodioso como
premonición de su propia muerte”.
Curioso, ¿no?
DIOGENES: LOS PERROS Y LA HONESTIDAD
Una conferencia
palaciega del lunes que dio el preciso, rodeado de funcionarios de su mayor
confianza, despertó sin igual escándalo, redazos y periodicazos que nunca jamás
se habían visto en los medios de comunicación y en la historia política de
Veracruz.
Incluso
por ahí no se por qué, leí también sobre la palabra “cínicos”.
Eso me
dio pauta para investigar y olvidarme por un rato aunque sea, de tanta
faramalla.
En la red
de redes explican que el nombre “cínico” tiene dos orígenes diferentes
asociados a sus fundadores.
El primero viene del lugar donde Antístenes,
maestro de Diógenes, fundó la Escuela Cínica y solía enseñar filosofía. Era un
santuario y gimnasio publico cuyo nombre significaría “kyon argos”, es decir perro
ágil o perro blanco.
El segundo origen tiene que ver con el
comportamiento público de Antístenes y de Diógenes, que se asemejaba al de los
perros, por lo cual la gente les apodaba “perros”.
Era un
modo de vida que habían elegido estos personajes por su idea radical de
libertad, su desvergüenza y sus continuos ataques a las tradiciones y los modos
de vida sociales.
Describe la Wikipedia que quienes apodaron a
Diógenes como "el perro", lo hicieron para insultarlo con un epíteto
tradicionalmente despectivo.
Pero el paradójico Diógenes halló muy apropiado
el calificativo y se enorgulleció de él.
Había hecho de la desvergüenza uno de sus
distintivos y el emblema del perro le debió de parecer adecuado para defender
su conducta.
Los motivos por los que se relacionó lo cínico
con lo canino fueron la indiferencia en la manera de vivir, la impudicia a la
hora de hablar o actuar en público, las cualidades de buen guardián para
preservar los principios de su filosofía y, finalmente, la facultad de saber
distinguir perfectamente los amigos de los enemigos.
Diógenes decía irónicamente de sí mismo que, en
todo caso, era "un perro de los que reciben elogios, pero con el que
ninguno de los que lo alaban quiere salir a cazar".
En mitad de un banquete, algunos invitados
comenzaron a arrojarle huesos como si se tratara de un perro. Diógenes se les
plantó enfrente y comenzó a orinarles encima, tal como hubiera hecho un perro.
También le gritaron “perro” mientras comía en el
ágora y él profirió: “¡Perros vosotros, que me rondáis mientras como!” Con
idéntica dignidad respondió al mismísimo Platón, que le había lanzado el mismo
improperio: “Sí, ciertamente soy un perro, pues regreso una y otra vez junto a
los que me vendieron”.
Diógenes sostenía innecesarios los placeres
terrenales al punto de abstenerse cabalmente de ellos rechazando a la sociedad
establecida hasta ese momento, pero sin intentar reformarla o cambiarla.
Se dice que Diógenes enseñaba que el robo era
admisible, pues "todas las cosas son propiedad del sabio". Afirmaba que
los dioses habían dado al hombre una vida fácil, pero que éstos se encargaban
constantemente de complicarla y hacerla mucho más difícil. Que la sabiduría era
para los hombres templanza, para los viejos consuelo, para los pobres riqueza y
para los ricos ornato.
Dé él lo que más se conoce es la anécdota de que
con una lámpara encendida caminaba de día por las calles de Atenas en búsqueda
de un hombre verdaderamente honesto.
Le recomiendo leer a los griegos, se olvidará
usted de tantos dimes y diretes que hoy por hoy se traen los políticos que
gustan servirse, y los que quieren servir.
SENTIDO
PÉSAME
Los momentos más difíciles en la vida llegan
inevitables cuando se va un ser muy querido. Por eso mi abrazo solidario al
amigo y valioso periodista Armando Landa, ante la partida de su mamá Doña
Carmen Amorós. De igual manera a los familiares del gran ser humano que fue
David Bouchez. Änimo y que encuentren en Dios el consuelo necesario. Un abrazo.
Buen día de paz y armonía tenga el querido
lector.