Liceo de Artes y Oficios Chedraui-Xalapa expone altar de muertos típico del Municipio de Naolinco.




* El altar fue elaborado por maestros, personal y alumnos de la institución coordinado por el Ingeniero Oldair Luna.

* Ahí se mencionó que La UNESCO ha declarado esta festividad cien por ciento mexicana como patrimonio cultural intangible de la humanidad.

* El origen de la celebración del día de muertos en México es prehispánico, en nuestro país, se mezclan creencias religiosas de los antiguos pobladores de nuestro territorio junto con la celebración católica del día de todos los santos traída por los españoles, dando lugar a lo que hoy conocemos como día de muertos.
 









Xalapa, Ver., 1º de noviembre de 2015.-Durante las primeras horas de este mes, cuando el aire se torna más frío, la atmósfera de Naolinco es invadida por el olor a cempasúchil y copal, a pan de muerto, tamales, frutas, dulces y entonces el recuerdo silencioso vuelve la mirada a quienes ya se han ido, recuerdo que hace más viva su presencia en este mundo.

En esta ciudad, la tradición del culto a los muertos, que se remonta a la época prehispánica, es una cuestión de vida. Todavía se honra y guarda reverencia a los difuntos con la creación de altares, la visita al cementerio y la tradicional Cantada, y hace unos 18 años se comenzaron a elaborar las primeras escenas con catrinas que visten de color las calles y plazas.

Otra de las tradiciones más llamativas es la construcción de los altares en honor a los difuntos, que han cambiado poco desde la época prehispánica.

Delante de estas ofrendas todavía se coloca un camino de pétalos amarillos para que las almas encuentren el camino a casa, y se conserva el arco de carrizo decorado con palma y flor de cempasúchil, del que se puede colgar pan de muertos o algunas frutas.

Las estructuras se construían con escalones, que representaban los mundos del Mictlán y recordar el paso de este mundo al otro.

En los altares naolinqueños siempre están presentes los cuatro elementos que conforman el mundo: el papel picado y el copal, que representan al viento; la comida favorita de los difuntos, la fruta y dulces, que evocan a la tierra; las velas y las flores de cempasúchil, que indican el culto al sol, y un vaso de agua, que hace presente al vital líquido.

Además, es típico dedicar en el nivel superior de este espacio a un ente divino, que con la cristianización pasó a ser representado por una cruz o una imagen de la Virgen del Carmen, san Mateo e inclusive el beato Ángel Darío Acosta, que despierta mucha devoción entre los habitantes de esta ciudad ubicada en la orilla de la Sierra de Chiconquiaco.

Con muchos o pocos elementos y símbolos, las ofrendas a los muertos en Naolinco recuerdan la fugacidad de la vida humana y la permanencia del recuerdo de quienes dejaron su huella en el mundo, impronta indeleble en la memoria de los vivos.

Después de la exposición del altar se las alumnas del área de belleza realizaron una presentación de catrinas, recorriendo la institución.

La Lic. María de Lourdes Fernández Vásquez, Directora de Liceo Chedraui mencionó que es muy importante que las instituciones de educación dediquen el tiempo necesario para seguir preservando y conservando las tradiciones mexicanas como lo son el día de muertos.






Blog Archive