Psicopatas
en la impunidad: Ingobernabilidad
Si
como dicen realmente ocurrió la muerte de los jóvenes de playa
Vicente, y fue de esa forma que afirman, estamos ante hechos
monstruosos, casi inimaginables,
que solo pueden
cometer personas inhumanas, psicopatas y seres desprovistos de
sentimientos y sentidos. Ante algo así, tan brutal y cruel, con la
desaparición de jóvenes indefensos, nadie debería ser ajeno o
permanecer impasible; a nuestra indignación debemos agregar toda la
información posible para llegar a conclusiones firmes que nos lleven
a participar en la exigencia de justicia y a poner un alto a los
crímenes que cometen la delincuencia organizada y las policías.
Lo
que pasó en "Tierra Blanca", pasa en muchas partes de
Veracruz, no es un hecho aislado, es el efecto de la presencia de la
mafia del narcotrafico en conjunto con autoridades cómplices y
doblegadas. En estos momentos pueden estar ocurriendo hechos
similares, pueden estar en peligro otros jóvenes con la omisión del
gobierno. Vivimos en medio de una descomposición de las
instituciones, ahogadas en corrupción y apartadas del interés
general.
Supongo
que las distintas autoridades sabían de las operaciones del
narcotrafico en esa zona, que de muchas maneras se daban cuenta de lo
que ahí pasaba, pero colaboraban con ellos o guardaban un silencio
igual de cómplice.
Ahí operan
soldados, hay policía federal, existen diputados, se cuenta con el
Ayuntamiento y están presentes dependencias estatales y federales.
No es creíble que no supieran, más bien se acomodaron a un ambiente
criminal regido por las mafias del narcotrafico. Por eso son igual de
responsables, no deben quedar impunes tampoco y pagar al menos un
costo social y político.
También
la sociedad, sus élites, que han arrinconado el valor cívico para
aparentar una vida normal, de hipocresía, mientras los delincuentes
cometían sus fechorías. Habría que investigar cuantas empresas y
campañas políticas reciben financiamiento de los narcos. Puede ser
que los personajes de las páginas de sociales sean cómplices
directos de las mafias; de todos modos, con su silencio,
falta de valor y
algún tipo de complicidades contribuyeron a los asesinatos.
En
este caso se debe aplicar la ley, desde luego, pero no es suficiente
con la base,
como son los
policías de campo y su jefe inmediato. Hay que analizar las
responsabilidades políticas y la cadena de mando: Quien nombra a un
delegado con antecedentes criminales y le permite seguir
delinquiendo, quien pone al que nombró a ese delegado y quien ampara
a todos; no puede ser de otra manera para que haya justicia y se
acabe con esta realidad mortal especialmente para nuestros jóvenes.
Esto
es ingobernabilidad, es la ley de la selva, dejar a los ciudadanos
indefensos ante bandas delictivas que pueden hacer lo que quieran,
aun las acciones más horribles como asesinar y desaparecer. Creo que
las autoridades encargadas de enfrentarlos,
en su omisión o
complicidad llevan una responsabilidad mayor, tienen que rendir
cuentas, pagar sus traición a la gente y la putrefacción de su
encargo.
Estos
hechos brutales y descorazonadores hacen todavía más evidente la
lejanía abismal entre los poderes formales y la gente, entre el
sistema político y los ciudadanos. Caminamos en vías separadas,
distantes y contradictorias. Se pone en duda la utilidad de las
elecciones, de la representación, los partidos y todo tipo de
gobierno. Es claro que toda esa parafernalia sirve para poco cuando
pensamos en seguridad pública, en el interés general y el bienestar
colectivo. Por eso se abre paso, poco a poco, la re valoración del
sufragio, de las candidaturas, la política, la ciudadanía y las
organizaciones sociales. Solo con instituciones fuertes y con una
sociedad informada, en círculo democrático, será posible salir con
vida de esta pesadilla.
Un
deseo justiciero y reivindicador sería que la desaparición y
presunta muerte de los jóvenes de Playa Vicente, fuera el detonador
de una transformación profunda que nos traiga estado de derecho,
desarrollo social y democracia. Solo así su sacrificio sería
irrepetible en otros muchachos y quedarían para la memoria como
nuestros héroes cívicos. Las muertes de las mafias han tenido
permiso y reforzamiento del gobierno, con alternancia y democracia
acabaríamos con ese círculo vicioso y mortal.
Ufa.1959@gmail.com
Recadito:
Tres salidas requiere Veracruz, alternancia, alternancia y
alternancia.