Xalapa, Ver., 06 de octubre de 2015.-El trabajo de la plantilla docente del Centro de Atención Múltiple (CAM) número 74 por brindar la educación de calidad por la que en Veracruz se labora, hoy tiene recompensa al beneficiarse con el programa Escuela Digna.
Esta obra más el entusiasmo de sus alumnos por acudir todos los días a clases y sentirse como en casa, motivan a las maestras a realizar con profesionalismo su vocación encauzada a educación especial.
A su llegada como directora del CAM, hace cuatro años, Luz Adriana Domínguez Sánchez, junto con las profesoras Vanessa Carmona Jiménez y Juana Inés Cabañas Cano comenzaron a trabajar para que los niños y jóvenes que requirieran este servicio tuvieran un espacio digno.
La egresada de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana Enrique C. Rébsamen considera un éxito diario ver el impacto positivo en los estudiantes como resultado de la planeación que cada día realiza y que los motiva a acudir diariamente a clases.
Platica que al arribar a estas instalaciones, se encontraron un lugar en desuso, por lo que con su iniciativa, el apoyo de los padres de familia y el respaldo de las autoridades de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) comenzaron a habilitarlo y a laborar.
Asimismo, afirmó que las autoridades educativas siempre han acompañado la visión y dinámica que tienen como maestras. “Han respetado nuestro ritmo y nosotras respetamos los lineamientos que establecen, tanto la SEV como la Federación; esto nos ha permitido que nuestros chicos sean más seguros y estén felices al llegar y salir del plantel, es un halago para nosotras.
“Cuando llegamos, la plantilla era de tres docentes, hoy contamos con 10 personas, 22 alumnos y seis alumnos integrados en espacios laborales quienes durante tres años estuvieron preparándose dentro del CAM en Formación para el trabajo”.
Con 18 años de servicio dentro del Sistema Educativo Estatal, la directora se encuentra orgullosa de los logros alcanzados y agradece el verse favorecidos de un programa de rehabilitación tan importante como es el de Escuela Digna, pues sus jóvenes podrán gozar una mejor infraestructura entre la que tendrán una biblioteca, cocina, aula de medios, tres salones de clases y un lugar de mayores dimensiones.
Este centro de trabajo también es especial por el enfoque ecológico con el que trabaja, dando un sitio para que realicen labores de horticultura, composta, reciclaje y separación de basura; lo que les permite a los chicos sentirse libres y basarse en ensayo y error.
Su ruta de mejora para el actual ciclo escolar, agregó, se basa en una mayor integración de los padres de familia, quienes ya han tenido buena respuesta y han mostrado su generosidad hacia el plantel en diversas ocasiones, ya que siempre que se solicita el apoyo de los paterfamilias están presentes en las actividades.
“Nos sentimos en casa; aquí somos felices”: alumnos
“A mí me gusta mucho venir a la escuela porque las maestras son muy buenas y nos enseñan muchas cosas”, expresó Denisse Vidal Contreras, quien con entusiasmo atiende lo que se le enseña en Formación para el trabajo.
Erick Velázquez Alarcón explicó que el trabajo hecho con las plantas medicinales sembradas les ha permitido elaborar jabones y velas, por eso va con gusto a su plantel.
Inmersos en un ambiente agradable, inclusivo y atendidos con dedicación, los alumnos del CAM número 74 afirmaron sentirse en casa durante su horario de clases.
El sentimiento lo corroboró la madre de Lizbeth Guadalupe González Solabat, alumna de 17 años que cursa el sexto grado de primaria y tiene discapacidad motriz, auditiva y del habla.
Beatriz Adriana Solabat Chávez reconoció la atención que ponen las maestras y el avance que de manera personal ha tenido Lizbeth.
“Nuestro principal interés es que aprenda cosas que a futuro le sirvan, que pueda socializar más con la gente y sea un poco más independiente, y haciendo un esfuerzo conjunto lo estamos logrando”, manifestó.
Que los alumnos desarrollen habilidades, su misión
Juana Inés Cabañas Caro, llamada cariñosamente por sus estudiantes “maestra Jenny”, es de las fundadoras del CAM número 74, y rememora con gusto los cambios que ha sufrido este centro de sus inicios a la fecha.
“Lo que hoy tenemos es resultado de un trabajo conjunto, además de que no hemos perdido el objetivo de nuestra tarea”, señaló al ser escuchada con atención por los jóvenes que cursan Formación para el trabajo quienes también reciben contenidos de español, matemáticas y formación cívica, con la intención de que cuenten con una educación integral.
“La mayor satisfacción es verlos felices y que consoliden su aprendizaje”, comentó la docente, quien puntualizó que los jóvenes asisten con gusto a sus clases. “No quieren faltar por todas las actividades que realizan”.
La psicóloga Marcelina Rodríguez Pérez labora en el CAM desde hace dos años y medio, tiempo en el cual ha sido imposible evitar los lazos afectivos con los alumnos, sin que ello intervenga en su tarea profesional de aplicar evaluaciones, dar atención grupal e individual, además de laborar habilidades del pensamiento para mejorar su aprendizaje.
En especial destaca el caso de Uriel, un pequeño con parálisis cerebral, discapacidad motriz y de lenguaje que cuando llegó sólo emitía un sonido y ahora reconoce letras, trata de escribir su nombre y sigue indicaciones.
“Su nivel de atención está limitada, pero los avances son significativos, incluso vemos que se esfuerza en cuestiones personales de aseo, trata de hacerse útil por sí mismo”, manifestó.
La comunidad educativa en su conjunto sabe que con la obra del programa Escuela Digna, la cual tienen estimado concluya a finales de octubre, gozarán de espacios nuevos y amplios que redundarán en un mayor y mejor aprendizaje.
