HORA
LIBRE
Álvaro
Belin Andrade
Si
la demostración de fuerza hecha este jueves por los sindicatos
universitarios, encabezados por Fesapauv, en las calles de Xalapa y
en la Plaza Lerdo, fue impresionante, puede que la de este viernes
tenga un músculo mayor, según se percibe en redes sociales.
La
molestia de la comunidad universitaria no solo se centra en la insana
postergación en la entrega de casi el 50 por ciento del presupuesto
aprobado en el Congreso local para el año 2015 y la retención de
más de 400 millones de pesos transferidos por el gobierno federal.
Por
eso, la urgente conferencia de prensa convocada por el gobernador
Javier Duarte de Ochoa para anunciar una Iniciativa de Reforma
Constitucional “que dotará de autonomía presupuestaria a la
Universidad Veracruzana para que garantice el cumplimiento de sus
fines y funciones”, puede percibirse como una medida que desaliente
la expresión de los universitarios que, sin embargo, no resuelve en
absoluto las graves carencias financieras que arrastra la UV desde el
año pasado.
También,
para dar una respuesta al punto de acuerdo aprobado unánimemente por
el Senado de la República en que se le pide que pague de inmediato
los poco más de 2 mil millones de pesos que adeuda a la UV.
Según
el gobernador Duarte, “a partir de su aprobación por las señoras
y los señores Diputados, el presupuesto de la Universidad
Veracruzana quedará establecido cuando menos, en un 3% del total del
presupuesto general del Estado”.
Habrá
que analizar qué impacto puede tener esta reforma, cuando ha sido su
gobierno el que ha afectado gravemente la autonomía general de la UV
(conferida durante el gobierno de Patricio Chirinos Calero en 1987),
mediante la retención de recursos que le son básicos para cumplir
con sus funciones, y si ese 3 por ciento no significa en términos
monetarios la misma gata pero revolcada.
¿Qué
pasa mientras tanto con la transferencia de los recursos retenidos
ilegalmente a la UV? El gobernador señala al respecto que tanto el
titular de la Sefiplan como la Secretaria de Administración y
Finanzas de la UV trabajan en un calendario de pagos, pero no dijo ni
cuándo ni cuánto.
Solo
señala que “la Secretaría de Finanzas y Planeación, a través
del Lic. Antonio Gómez Pelegrín, mantiene reuniones de trabajo con
la Secretaria de Administración y Finanzas de la Universidad, Mtra.
Clementina Guerrero García, con el propósito y voluntad de
encontrar puntos de acuerdo, y establecer, un calendario preciso de
actividades y pagos, que permita recuperar la normalidad de las
finanzas y funcionamiento de la Institución”.
Respecto
a las expresiones de protesta, dijo:
“Ante
los recientes acontecimientos que han provocado distintos puntos de
vista sobre los recursos otorgados a la Máxima Casa de Estudios de
Veracruz, quiero reiterar mi preocupación y sobre todo, mi decidido
compromiso, por llegar a la brevedad a un acuerdo que beneficie a la
comunidad universitaria.
“Comparto
el sentir y la importancia que tiene para todos los universitarios,
que la UV cuente con recursos suficientes para el desarrollo y
funcionamiento de sus actividades”.
Los
universitarios, sin embargo, lo que han sentido es que su Gobernador
ha puesto en riesgo la mayoría de las actividades de docencia,
investigación y extensión, así como las necesarias obras de
mantenimiento y ampliación de la infraestructura educativa, mucha de
ella con graves daños por no ser atendida ante la falta de recursos.
Es
cierto que el hecho de que Javier Duarte salga a la palestra para
decir que tiene toda la voluntad de resolver los problemas que el
estrangulamiento financiero está provocando en la UV, es un avance
importante en términos discursivos, luego de los constantes choques
que a través de sus funcionarios (marcadamente sus secretarios de
Gobierno y de Finanzas y Planeación, incluido el director del IPE)
ha tenido ante las demandas presentadas por la rectora Sara Ladrón
de Guevara.
¿Disipará
la molestia de la comunidad universitaria?
Hay
afrentas acumuladas y futuras para los universitarios. Baste recordar
la aprobación en el Congreso local de un recorte de más de 200
millones de pesos para 2016, la posibilidad de que incluso con ese
tijeretazo, el gobierno duartista siga sin suministrar en tiempo y
forma los recursos aprobados y, lo que sería el golpe fatal, una
reforma al artículo 98 de la Ley del IPE, postergada temporalmente
ante el repudio unánime, incluso de sindicatos controlados como el
mismo Fesapauv, pero que puede renacer para tomar de la UV los
recursos que permitan cubrir los faltantes para el pago de
pensionados y jubilados.
De
aprobarse la reforma a la Ley del IPE, además del recorte, a la
Universidad Veracruzana le retendrían unos 400 millones de pesos
para cubrir un déficit que se ha convertido en un enorme boquete por
la utilización de unos 3 mil millones de pesos de la reserva técnica
durante el gobierno de Fidel Herrera Beltrán, un monto que
desapareció misteriosamente, sin dejar siquiera rastros fiscales, y
que se presume fueron directos a cuentas personales.
Si
eso ocurre, de nada servirá destinarle el 3 por ciento del
presupuesto estatal y es que, vamos, si hacemos cuentas, si
consideramos que dicho presupuesto es de 100 mil millones al año,
resulta que se destinarían a la UV unos 3 mil millones de pesos
anuales, que significarían ciertamente un incremento del 25 por
ciento al que ahora se le destina, porque a contracorriente (de
aprobarse la reforma a la Ley del IPE), se le retendrían 400
millones.
En
2015, el presupuesto de la UV fue de 4 mil 600 millones de pesos, de
los cuales, la aportación del gobierno estatal fue (o debía ser) 2
mil 400 millones y el resto, 2 mil 200, por aportación del gobierno
federal.
Se
pasaría de destinarle el 2.5% al 3%, sin que haya disminución
respecto al año previo, lo que ciertamente es mayor al 1 por ciento
que actualmente el gobierno federal destina a la UNAM.
Por
todos esos antecedentes, pero principalmente porque no se ha
anunciado cuándo ni cuánto se le transferirá a la UV, es que
difícilmente se puede detener la marcha programada para este
viernes.
Y
que el problema con la UV es que, detrás de ella, no solo están los
alrededor de 80 mil integrantes de su actual comunidad (estudiantes,
profesores, investigadores y trabajadores técnicos, manuales y
administrativos).
No.
Detrás de ella estamos decenas de miles de egresados, que hoy somos
profesionistas gracias a la Casa de Estudios, incluyendo a la mayoría
de los empleados y funcionarios que laboran para el gobierno estatal,
algunos de los cuales este jueves, desde el balcón de Palacio de
Gobierno, aplaudieron y corearon las siglas de la máxima institución
formadora de profesionistas en la entidad.
Y,
créame, también muchos padres de jóvenes que estudian su
bachillerato y para los que la UV es la única oportunidad de cursar
una licenciatura que les permita escalar socialmente.
La
organización de la marcha de este viernes a mediodía, desde el
Estadio Xalapeño en la Zona Universitaria y desde las facultades de
Psicología y Economía rumbo a la Plaza Lerdo, se ha preparado con
todo detalle. Buscan, por cierto, evitar al máximo entorpecer la
vialidad, pero también que elementos infiltrados generen violencia o
daño a la infraestructura urbana; también impedirán que los
partidos políticos busquen utilizarla para fines absolutamente
distintos a aquellos por los que luchan los universitarios: la
defensa de la UV.
En
Poza Rica, los maestros jubilados y pensionados del IPE, agrupados en
la Coordinación regional en defensa de la seguridad social
Papantla-Poza Rica-Tuxpan, están convocando a un acto público
frente al Palacio Municipal, en apoyo a la marcha convocada en
Xalapa, y están llamando a los miembros de la comunidad
universitaria de esa región. De varias regiones más preguntan si
habrá manifestaciones para unirse, de manera que la de mañana será
representativa del enorme repudio al quebranto financiero en que se
tiene a la UV.
La
rectora Sara Ladrón de Guevara no encabezará la manifestación, que
ha sido organizada por académicos y estudiantes, aunque ha ofrecido
enviar a un representante, que puede ser Esther Hernández Palacios,
directora de Difusión Cultural. Sara estará en sesión de la Junta
de Gobierno, instancia que seguramente analizará el tema y dará su
punto de vista.
Aunque
no asista, Sara Ladrón de Guevara sabe de la importancia de la
manifestación y ha hecho público que no se sancionará a nadie que,
por unirse a ella, deje sus clases y tareas laborales. El miércoles,
al reunirse con consejeros estudiantiles, dijo que ésta es una lucha
en defensa de la educación pública en la entidad y México, la cual
es obligación del Estado proporcionar en todos los niveles.
“No
vamos a dejar que frenen el proyecto educativo de este país, no
vamos a dejar que este proyecto neoliberal haga que sólo las clases
ricas puedan tener acceso a la educación superior.
“La
Universidad Veracruzana tiene 70 años de trabajar por una educación
pública que ha permitido la movilidad social; muchos de nuestros
estudiantes son la primera generación de sus familias que llegan a
la universidad, es el esfuerzo de muchas personas.”
Y
también reiteró su respeto a todas las manifestaciones de expresión
que se dan al interior de la comunidad universitaria en torno a este
acontecimiento, incluidas las movilizaciones en la calle.
De
todas maneras, es posible que pronto se resuelva este diferendo,
aunque para ello se requiera que el gobierno estatal haga fluir los
recursos adeudados.
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