HORA
LIBRE
Álvaro Belin Andrade
El
Huevo y la guerra de las colas
José Gómez Hernández fue despedido el
pasado 23 de junio como director administrativo del Colegio de Estudios
Científicos y Tecnológicos (Cecytev), por su director general Fernando Arteaga
Aponte, quien esgrimió como causal de despido la pérdida de confianza.
En sentido estricto, el exadministrador
tuvo la osadía de solicitar mediante diversos oficios información sobre el
manejo de fuertes recursos económicos provenientes de Embotelladora Tropical
S.A. de C.V., distribuidor de la marca “Pepsi”, que no fueron ingresados a
ninguna de las cuentas oficiales, derivado de un contrato que, desde enero de
2011, le concede a dicha empresa la exclusividad en la venta de sus productos
en las cafeterías de todos los planteles de la institución.
Este tema, ventilado ya en espacios
periodísticos, no solo había sido ocultado a la opinión pública sino también a
las propias oficinas estatales de control y a la propia dirección
administrativa de la dependencia.
En oficio DA/CECyTEV/0426/15, de fecha 18
de marzo pasado, dirigido al Contralor General Ricardo García Guzmán, el
entonces Director Administrativo, cesado un mes después, hacía de su
conocimiento esta situación “que pudiera ser constitutiva de una afectación al
patrimonio” del Cecytev, por cuanto el contrato suscrito por Fernando Artega
Aponte, alias El Huevo, señala “una contraprestación mensual en dinero
equivalente al 25% del importe total de las ventas más otras prestaciones en
especie”.
E informaba:
“Al indagar sobre el cumplimiento del
contrato de referencia con las áreas idóneas por sus facultades en este
Organismo, el Departamento de Recursos Financieros informó que en la
contabilidad de los últimos 4 años no existe registro alguno que dé cuenta de
los ingresos por regalías y/0 prestaciones económicas vinculadas con el
contrato de venta exclusiva. De igual forma el Departamento de Recursos
Materiales y Servicios Generales, así como el Área Jurídica, informaron no
tener conocimiento ni participación en dicha contratación”.
El funcionario cesado indagó también con
la empresa refresquera, que “en forma sistemática se ha negado a proporcionar
información al respecto, no obstante que sus productos no han dejado de
distribuirse al interior de las caferías (sic) en los Planteles que forman
parte del CECyTEV”, lo que lo lleva a plantear que “se pudiera estar ante la
presencia de posibles actos contrarios a las normas que están ocasionando daño
y prejuicio patrimonial a este Organismo”.
Junto con el informe, José Gómez
Hernández hizo entrega de un dossier (cuya copia obra en poder de este
columnista) conteniendo, entre otros documentos, el contrato de derecho de
venta exclusiva de productos y bebidas de marca “Pepsi”, suscrito con la
empresa el 20 de enero de 2011, y una lista donde firman 17 directores de
planteles, de conocimiento del contrato de exclusividad y documentos
relacionados con vales de productos “Pepsi”.
Además:
-Oficio DA/CECyTEV/0226/15, de fecha 20
de febrero de 2015, dirigido a la empresa, en que se le solicita información
sobre el número de cuenta en donde se depositan los recursos correspondientes
al organismo, nombre del titular de la cuenta, institución bancaria y reporte
por mes de los importes depositados desde el inicio de la vigencia del
contrato. No obtuvo respuesta.
-Oficio DA/CECyTEV/0218/15, de fecha 20
de febrero de 2015, dirigido a Carlos Mendoza Samperio, Jefe del Departamento
de Recursos Financieros, solicitando información sobre si existe cuenta
bancaria o algún procedimiento financiero convenido o contratado para recibir
regalías y/o prestaciones económicas de la refresquera.
-Oficio de respuesta de Mendoza Samperio,
en que señala que “El Colegio no ha recibido ingreso por la venta de bebidas de
empresas refresqueras por los últimos 4 años”.
-Oficio RM/CECyTEV/019/15, de fecha 2 de
marzo de 2015, en que Mario Fernández Durán, Jefe del Departamento de Recursos
Materiales y Servicios Generales, señala que desde que fungía como Encargado de
Control de Inventarios y hasta esa fecha como jefe de departamento, niega
categóricamente conocer cualquier asunto relacionado con el contrato.
-Oficio AJ/004/15, de fecha 12 de marzo
de 2015, mediante el cual el Asesor Jurídico de la dependencia, Enrique Alonso
Miguel, señala que su área no participó en el análisis, revisión y adecuación
de forma y fondo jurídico del Contrato citado.
¿Dónde
quedó la lanita?
Durante más de cuatro años, el contrato
con la empresa embotelladora Pepsi, cuyos ejecutivos en Veracruz podrían ser
llevados a juicio por incurrir en actos ilegales para obtener ventajas
competitivas, según lo establece la recientemente aprobada Ley Nacional contra
la Corrupción, ha permitido la entrega de abundantes recursos que no han sido
depositados a cuentas oficiales del Cecytev.
La cláusula Segunda del contrato firmado el
20 de enero de 2011 por Fernando Arteaga Aponte, director general del Cecytev,
y José Antonio Velázquez García, contralor general de la Embotelladora Tropical
SA de CV, establece que por la venta de sus productos la compañía se obliga a
aportar a la Dirección General, “el importe equivalente al 25 por ciento del
total de sus ventas facturadas”, en pagos “que se harán de manera mensual,
dentro de los diez días hábiles posteriores al vencimiento del mes inmediato
anterior, una vez efectuada la conciliación correspondiente. Dicho pago se
realizará a través de una cuenta bancaria que en su oportunidad dará el
Director General”.
Sin embargo, según la indagatoria
realizada por el exdirector Administrativo, que fue motivo de su despido, no
hay registro de transferencias a las cuentas oficiales de la dependencia, lo
que habría motivado una investigación profunda para saber el destino de los
recursos convenidos en el contrato.
Pese a que el dossier preparado por el
exfuncionario llegó a la Contraloría General del Estado, esta dependencia de
control no pudo ejercer ninguna acción legal y, en cambio, el amplio manto
protector del gobierno de Javier Duarte de Ochoa a estos actos de evidente
corrupción hizo que las cosas no fueran a más y que José Gómez Hernández fuera
despedido.
En oficio enviado al secretario de
Educación Flavino Ríos Alvarado, Fernando Arteaga Aponte le informa que
“atendiendo a sus superiores instrucciones” ha decidido destituir a José Gómez
Hernández, y explica:
“Desde su reingreso, se ha conducido
deslealmente, pues pasando por alto a su superior jerárquico, ha girado
diversos oficios a otras dependencias, manifestando hechos que a su criterio
tilda de daño o perjuicio patrimonial y consecuentemente solicita se finquen
responsabilidades a los respectivos involucrados, motivos razonables para
perder la confianza y ser insostenible una relación laboral”.
Añade que por instrucción del Gobernador
del Estado, “recibida a través del Lic. Enrique Ampudia, Secretario Particular
del Gobernador”, fue reinstalado en el puesto Cristhian Yunes Bland, quien es sobrino
del diputado federal electo Marco Antonio Aguilar Yunes, exsecretario del
Trabajo, Previsión Social y Productividad.
¿Qué tanto y a quiénes ha salpicado
Arteaga Aponte, mejor conocido como el Huevo, como para que sus actos de
corrupción no sean tocados por el pétalo de una investigación judicial? Lo
dejamos a su entero criterio para no ser objeto de nuevas amenazas.
Canal
Educativo, para el culto a la personalidad
Ya van varios programas educativos
señeros que en cosa de dos secretarios de Educación se han tirado al
basurero. Bastaron cuatro años del
gobierno de Javier Duarte para que esas
aspiraciones por elevar la calidad de la educación en Veracruz se ocultaran en
los más tenebrosos rellenos insalubres de la corrupción.
El programa Galileo, fundamental para que
Veracruz escalara varios peldaños en el ranking de las evaluaciones sobre
rendimiento escolar, particularmente en matemáticas, fue abandonado con una
deuda enorme que el gobierno duartista se negó a pagar; el Instituto Consorcio
Clavijero ha sufrido no solo la asfixia presupuestal sino que ha sido
encomendado a personajes sin ningún barniz de conocimiento en materia de
educación a distancia por internet, y otras iniciativas que atrajeron la mirada
nacional e internacional sobre Veracruz simplemente fueron borradas del mapa.
La más reciente muestra de desdén ha
caído sobre el Canal Educativo, hoy denominado Departamento de Difusión
Institucional, un centro que permitía respaldar las acciones de todos los
programas de la SEV (ordinarios y extraordinarios), con productos
audiovisuales, cuyos contenidos permitían difundir las acciones e, incluso,
reforzar académicamente aquellas áreas de conocimiento que mostraban
debilidades en el proceso de enseñanza-aprendizaje en el nivel de educación
básica.
El actual titular de la SEV, Flavino Ríos
Alvarado, ha puesto este importante programa en manos de quien fuera lectora de
noticias en la televisión estatal, Frida Mazzoti Pabello, quien ha orientado el
trabajo de varios expertos que laboran hace ya varios años en el área en
elaborar videos en que la figura central es el propio secretario, como si se
tratara de una campaña política y de lo que se tratara fuera resaltar la
personalidad del oriundo de Minatitlán.
De esta manera, en el circuito cerrado de
televisión que maneja la dependencia ya no hay más contenidos propios que
permitan adquirir nuevos conocimientos o habilidades orientados especialmente a
la situación particular del sistema educativo estatal, y solo se reproducen los
que son transmitidos por otros canales como el de la UNAM, perdiendo la esencia
del verdadero objetivo del Programa Detonador que en su momento lanzara el exsecretario
Víctor Arredondo.
Para colmo, Frida Mazzoti, quien divide su tiempo con la impartición de clases en
una preparatoria, ha impuesto un clima de terror entre los trabajadores,
haciendo hincapié en que es recomendada de Flavino, en cuya oficina se pasa el
mayor tiempo que dedica a esta encomienda, tratando de desmembrar el equipo,
con el propósito de despedir al mayor número de los empleados y, con ello,
poder incorporar a sus allegados.
Vaya estrategia a favor de la educación
de quien se esperaba enmendaría los terribles descalabros infringidos por el
corrupto Adolfo Mota Hernández, flamante diputado federal electo.