El fallo de la Suprema Corte, la mariguana. Boletín semanal de la Arquidiócesis de Xalapa.



Xalapa, Ver., 8 de noviembre de 2015.


El fallo de la Suprema Corte, la mariguana.


El pasado 4 de noviembre de 2015, por 4 votos a favor y uno en contra, la Suprema Corte de la Nación aprobó el consumo personal de la mariguana, con fines lúdicos y recreativos. Ni siquiera es por fines terapéuticos, sino por algo relativo al juego, el ocio, el entretenimiento o la diversión. Ciertamente se trata de una noticia alarmante porque pone en riesgo la salud y la integridad de las personas. Esta decisión abre lapuerta de un laberinto que no tiene salida y sí terribles consecuencias. Es una decisión que atenta contra las personas y su bienestar; y contra el bien de la comunidad.

Aunque el fallo de la corte beneficia sólo a 4 demandantes, esta decisión es solo el principio o la punta de lanza de un proceso que apunta a la legalización de la mariguana. Basta que otras personas sigan el mismo camino, es decir, reclamen su derecho a fumar la mariguana sin ser criminalizados, se haga jurisprudencia y el consumo de la mariguana quedará liberado de la penalización. De hecho algunos ya anunciaron que buscarán ampararse para lograr la despenalización de la mariguana.

Llama poderosamente la atención que los ministros de la Suprema Corte no escucharon a los expertos ni a la sociedad. La Corte no escuchó a las autoridades de prevención que advirtieron de la reducción de la sensación de riesgo entre los jóvenes. Tampoco escuchó el llamado de la OMS pidiendo que no se legalizara. La Organización Mundial de la Salud señala que el 90% de los tóxico dependientes se introdujeron al consumo de las drogas por medio de la mariguana. La mariguana es la puerta de entrada a otro tipo de drogas aún más peligrosas. La mariguana tiene graves consecuencias físicas, psicológicas y sociales.

Tampoco se escuchó a la sociedad civil que se movilizó con más de 19 mil firmas y cerca de 100 mil correos electrónicos dirigidos a los ministros de la Primera Sala de la Corte. Hubo además muchas organizaciones sociales que se manifestaron y a nadie se hizo caso. En esta situación el triunfo de cuatro personas representa el mal para la mayoría de los mexicanos. Lamentamos esta muestra de insensibilidad. Con este fallo de la Suprema Corte se abre la puerta para la despenalización de una droga que causa adicción y genera muchos daños a quien la consume.

Como Iglesia lamentamos este fallo que pone en riesgo el futuro de los mexicanos. No podemos aplaudir una decisión presentada como progresista y de avanzada, que representa un daño para la persona. Este fallo significa abrir la puerta para la autodestrucción. La droga es droga en cualquier presentación.

Alentar para que la gente se drogue y altere su conciencia, se vuelva adicta, pierda la brújula, la paz, la salud y el sentido de su existencia, no contribuye en nada a mejorar la sociedad; con este permisivismo sólo se promueve el deterioro físico, mental y espiritual de las personas y de la sociedad. Muchos delitos se cometen bajo los efectos de la mariguana.

Promover la mariguana es promover una falsa salida. La gente se droga para evadir su realidad porque vive un gran vacío existencial. La realidad cada vez es más complicada porque las políticas de prevención tienen poco impacto, existen pocos espacios recreativos y posibilidades reales para mejorar el futuro. La solución a esta situación no está en lanzar a la gente a una evasión que le dejará graves consecuencias, sino en ayudarle a encontrar sentido a su existencia.

Por último, no se descarta que este tema de la mariguana tenga la apariencia de un distractor social que envuelve a los ciudadanos en una nube de discusiones a favor o en contra para evadir los grandes problemas del país como la violencia, la corrupción, el desempleo, la crisis económica y la falta de rumbo en las políticas públicas.

Pbro. José M anuel Suazo Reyes
Director de la oficina de Comunicación Social
Arquidiócesis de Xalapa.

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