HORA LIBRE
Álvaro Belin Andrade
¿Municipios en aprietos?
Todo parece indicar que la escasez
de recursos en varios municipios de Veracruz ha puesto de moda la estrategia de
actualizar los valores catastrales y, con ello, incrementar los montos del
único impuesto que recaudan: el impuesto predial.
En algunos casos, la medida se
justifica por el largo tiempo en que se ha dejado a un lado una adecuación
fiscal que es costosa tanto económica como políticamente. En otros, como el
caso de Coatepec, parece una porfía del mal gobierno implantado por el prófugo Roberto
Pérez Moreno, Juanelo, y continuado por su sustituto Ricardo Pedro Palacios
Torres, que por segundo año consecutivo está solicitando autorización para
actualizar los valores catastrales.
Para lograr la actualización, los
ayuntamientos deben invertir varios millones de pesos para crear y operar un
equipo municipal o para contratar a una empresa privada que recorra predio por
predio y observe las mejoras en construcciones o el levantamiento de instalaciones
en terrenos por los que se cobraba como si fueran rústicos, para adecuar las
nuevas tasas.
Varias administraciones
municipales han preferido pasar por alto una medida que afecta directamente la
economía de sus habitantes, pues ello significa que en los comicios próximos los
afectados emitan voto de castigo contra el partido político en poder de la
silla municipal.
Hay que considerar que los
trabajos técnicos llevan su tiempo y no se puede optar por la estrategia de incrementar
los montos de dicho impuesto al principio de la gestión y luego curar la herida
con abundante obra pública. En sentido estricto, no hay un incremento sino una
actualización lo que, de todos modos, golpea los bolsillos de los
contribuyentes.
Más de 20 municipios implicados
Lo anterior viene a cuento por el
anuncio hecho por Tomás Bustos Mendoza, secretario de Fiscalización del
Congreso del Estado, de que al menos 22 municipios prevén un incremento en el
monto de sus recaudaciones por la actualización de los valores catastrales.
El asunto fue matizado de
inmediato por el diputado Raúl Zarrabal Ferat, de la Comisión de Hacienda
Municipal, quien confirmó dicha petición, aunque aclaró que los diputados serán
vigilantes para aprobar la medida solo en los casos en que los ediles, a través
de sus tesorerías, justifiquen el ingreso. Para ello, han solicitado el apoyo
de la Dirección de Catastro del Estado, a fin de que se revise la viabilidad de
actualizar las tasas en las que se basa el cálculo del gravamen.
Que los diputados van a ser
‘vigilantes’ es un mero recurso discursivo, que debemos entender en el sentido
de que no lo autorizarán en los casos en que los alcaldes solicitantes sean de
oposición.
Desde el pasado 31 de julio, la
Legislatura local estudia autorizar la actualización de los valores catastrales
a los ayuntamientos de Cazones de Herrera, Chontla, Citlaltépetl, Coatepec,
Coatzacoalcos, Ixmatlahuacan, Medellín de Bravo, Papantla, Perote, Pueblo
Viejo, Saltabarranca, Tamalín, Tancoco, Tantima, Teocelo, Tepetlán, Texhuacan,
Tlacotalpan, Tlalnelhuayocan, Uxpapana, Villa Aldama y Xalapa.
Alcaldes negligentes o impreparados
Aunque este año no se han
denunciado problemas fiscales como los resentidos por casi todos los
ayuntamientos de la entidad por la retención de participaciones estatales y
federales, como sí ocurrió en 2014 cuando los actuales alcaldes estaban recién
desempaquetados, lo cierto es que la mayoría de quienes fueron elegidos en 2013
han mostrado graves debilidades en materia de gestión de proyectos para jalar recursos
extraordinarios del gobierno federal.
Puede parecer discriminatorio,
pero los partidos políticos postularon a sus candidatos a alcaldes con base en
sus niveles de popularidad y, de ninguna manera, por su preparación para
elaborar proyectos de desarrollo ni por capacidad para negociar recursos tanto
estatales como federales.
Por desgracia (o para nuestra
fortuna), una vez saldada la elección, los partidos políticos se desentienden
de sus candidatos triunfadores, olvidando otorgarles caminos y estrategias que puedan
usar para mejorar sus capacidades financieras.
Y digo que puede ser para fortuna,
porque hay partidos como el AVE, cuyo dirigente estatal Alfredo Tress Jiménez
trae de encargo a los 15 alcaldes que llegaron al poder gracias a su
franquicia, a quienes no solo obliga a hacer trabajo político por el partido
sino también a entregar parte de los recursos obtenidos para el funcionamiento
del dirigente.
Si se recorre la geografía
veracruzana, podemos observar que casi todos los alcaldes restringen su gestión
a los recursos provenientes del impuesto predial y los pocos recursos
etiquetados por el gobierno estatal. Si a ello descontamos gastos superfluos,
altos salarios de los ediles y la parte que va para sus bolsillos, ya podemos
imaginar por qué la mayoría de los municipios muestra una nula actividad
pública constructora.
Sus alcances geográficos están
marcados por el ámbito regional, y no son capaces de acudir a las dependencias
federales para presentar proyectos que puedan concursar por los abundantes
recursos que destinan las diversas secretarías a través de programas destinados
al desarrollo regional.
Ya
no naden ‘de muertito’, pide Peña
El presidente Enrique Peña Nieto hizo hace unos días
un llamado muy severo a los más de 2 mil alcaldes del país, a quienes pidió ayudar
a sacar adelante a México y no culpar a la escasez de recursos para no dar
buenos resultados.
Justo en Chihuahua, donde el alcalde xalapeño
Américo Zúñiga Martínez fue reconocido con la presidencia ejecutiva de la
Conferencia Nacional de Municipios de México (CONAMM), Peña Nieto regañó a los
alcaldes (y calladamente a los gobernadores), a quienes dijo que no se valía ni
era admisible evadir la tarea pretextando no tener suficientes recursos, no
tener suficientes capacidades e, incluso, nadar de muertito para que otros
hagan la tarea.
El inusual tono de la
arenga peñista tiene su miga. Lo que dejen hacer los alcaldes (y los
gobernadores) en materia de obra pública y labor social, la población lo
achacará a la falta de apoyo del gobierno federal.
De ahí la preocupación de
un gobierno federal al que la violencia, la corrupción y las condiciones
negativas del mercado internacional le han valido reducir sustancialmente su
programa de infraestructura y al que no le salen las cuentas en materia de
combate a la pobreza. “Vivimos en un tiempo cada vez de
mayor exigencia social, cada vez de espera de resultados visibles y tangibles,
prontos e inmediatos… dediquen su empeño y su esfuerzo a cumplir sus
objetivos”, señaló Peña Nieto.
Les
pidió no estar a la espera de cambios o reformas que les posibiliten mayor
capacidad de asumir su responsabilidad, sino hacerlo en el marco con el que ya se
cuenta. Y aunque se refirió a la disposición de su gobierno para trabajar
conjuntamente con los gobiernos estatales y municipales, dijo que esto solo
sería posible siempre que estos gobiernos estén decididos a hacer su propia
tarea.
“Manténganse
perseverantes en su esfuerzo, porque puede ser tentador navegar en espacios
cómodos y recoger aplausos de forma fácil, pero las verdaderas transformaciones
que llevarán a que municipio, estado y país tengan mejores condiciones implica
remar frente a las grandes resistencias”.
Más
claro ni el agua.