Sin
tacto
Por
Sergio González Levet
La
Liga renovada (1)
Bueno, todo hace indicar que el tiempo de la
incertidumbre y los pleititos empobrecedores pronto va a dar paso a una etapa
luminosa de proyectos y acción constructiva en la Liga de Comunidades Agrarias
y Sindicatos Campesinos del Estado de Veracruz.
Y es que por fin, después de un largo
oscurantismo, en unos días más la Liga volverá a contar con una estructura
estatal. Si se hace así, en el congreso nacional cenecista que se celebrará en
este 2015 va a participar una delegación veracruzana legítima y no una vetada
como la de hace un año.
Los tiempos en Veracruz ameritan cambios y
renovación de estructuras. Una de ellas se tiene que dar en la CNC.
El proceso de transformación de la Liga
arrancó cuando Bertha Hernández Rodríguez se decidió a dejar por fin la silla
libre. Hace casi un año, el domingo 27 de julio de 2014, el Consejo Político y
de Desarrollo Rural de la Liga le aceptó la renuncia. De principio, el acto en
que se conoció y aceptó la petición de salida de la lideresa tuvo que hacerse
en una sede alterna, porque el vetusto edificio agrario, ubicado frente al
Mercado de San José en Xalapa, estaba tomado por un pretendido Frente
Democrático, que integraban algunos exdirigentes de la Liga en el estado.
Una vez consumado el cambio, Edgar Díaz,
diputado local por Chicontepec, quedó al frente de manera interina… y empezó la
rebatinga.
A partir de ahí, fueron muchos los que
levantaron la mano para dirigir la organización estatal, pero muy pocos los que
permanecieron leales a la CNC nacional y a quien tomó las riendas como su
dirigente, el senador Manuel Cota Jiménez.
Otros le fallaron al “primer priista de
Veracruz”, y la lista se fue reduciendo.
Ya con el cambio inminente, quien ha logrado
permanecer en el ánimo de la estructura cenecista y de los consejos supremos
indígenas de Veracruz, es el misanteco Fernando Hernández Flores, quien
representa el nuevo rostro social que une a las trabajadoras y los trabajadores
del sector agrario.
Lo digo con conocimiento de causa (y
efectos): Fernando es honesto, capaz, transparente y conciliador. Y además, es
un activo fijo entre la militancia histórica de la Liga. Se formó en las
juventudes agraristas y ha permanecido en ellas siempre sumando a los intereses
de los campesinos, en particular los de origen indígena, como es su caso.
Pronto saldrá la convocatoria y continuará el
proceso que debe llevar a un buen líder a la histórica organización agraria.
Hay que tomar en cuenta que Hernández Flores fue
el primer cenecista que apoyó al senador Manuel Humberto Cota Jiménez cuando
buscaba la dirigencia nacional de la Confederación.
A ambos los une la amistad,
pero más el compromiso con el sector agrario. Esto es muy importante, porque para
que la Liga funcione bien, necesita estar bien con la dirigencia nacional. Y
también con el estado: Fernando es aliado leal del “primer cenecista veracruzano”,
el gobernador Javier Duarte de Ochoa.
Pero además, Hernández Flores trae un
proyecto definido e inteligente… al que me referiré en la siguiente entrega de
“Sin tacto”, si me permiten.
Twitter: @sglevet
Facebook.com/sglevet