Sin
tacto
Por
Sergio González Levet
Más
del gasoducto.
Como regreso con el tema del gasoducto que
pretenden instalar próximamente en Xalapa, podrá pensar la perspicaz lectora,
se imaginará el curioso lector, que tengo algún interés personal en favor de la
empresa que lo está promoviendo.
Pero no.
Si hablo bien de la posibilidad de que se
introduzca en nuestra capital un sistema de distribución domiciliaria de gas
natural, es porque creo en las bondades de esa alternativa, que resulta menos
peligrosa, más barata y menos molesta que la distribución de gas LP, que se
reparte en pipas y se almacena en tanques de diversos tamaños dentro de los
domicilios.
Y regreso al tema porque algunos ilustres
militantes del PRD tomaron como bandera popular la cruzada contra el gasoducto
(saludos cordiales a mi gran amigo Uriel Flores, que ha sido un excelente
diputado para Xalapa), y algunos han llevado a la exageración sus
declaraciones.
Leo en alcalorpolitico.com que Manuel Bernal
califica de “Vergonzoso que los cabildos de Emiliano Zapata, Xalapa y Coatepec
no levanten la voz en relación a la posible introducción de un gasoducto”.
Y afirma sin ofrecer pruebas que el ducto “atravesaría
la mancha urbana de estos municipios”, -lo cual es cierto-, “poniendo en riesgo
a la población” -lo que ya no se apega a la realidad-.
Entiendo que los perredistas estén
necesitados de acciones que les generen las simpatías que han venido perdiendo
en los últimos meses, y comprendo también que quieran montarse en una protesta
que podría tener una gran aceptación social, porque parte del miedo que
cualquier ser humano tiene ante el peligro.
Lo que no se vale, es que exageren las
consecuencias de esa obra que piensa instalar una empresa que lleva años
establecida en otros lugares del país, como Aguascalientes y Zacatecas. Nunca
se ha sabido de una desgracia a causa del gas natural en esas ciudades,
mientras que hemos sabido de muchas muertes y hemos conocido muchos siniestros
ocasionados por pipas de gas LP o por fugas en los tanques de los hogares.
Yo he sido usuario del sistema de gas natural
y puedo afirmar que es muy cómodo, porque el combustible siempre fluye por la
tubería, y no hay un tanque que se quede vacío a la hora precisa en que se está
por entrar a la ducha.
Además, el gas natural es más ligero que el
aire, así que ante una fuga se dispersa en la atmósfera y se diluye el peligro
de que ocasione una explosión, lo que no pasa con el LP, que es más pesado y se
queda latente a nivel del suelo, hasta que llega una chispa, y ¡pum!.
El señor Bernal debería informarse de manera
más honesta y objetiva sobre el proyecto del gas natural. Si se empeña en
conocer a fondo los problemas que pueden surgir en cualquier proyecto que
involucre a la ciudadanía, ganaría credibilidad ante la población, y de este
modo estaría en mejores condiciones de hacer valer su afirmación de que el “PRD
se suma a la lucha que defiende y protege la seguridad de la ciudadanía”.
Quién sabe, señor, si no está usted apoyando
a cierta oligarquía, que hace un jugoso negocio con el peligroso reparto de las
pipas.
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