HORA
LIBRE
Álvaro Belin Andrade
Comicios
del domingo, los más negros de la historia
Es muy posible que lo más interesante de
las elecciones intermedias que tendrán su culmen este domingo 7 de junio no
sean las campañas electorales propiamente dichas, que pasaron de noche para los
ciudadanos, sino lo que viene después, en los tribunales electorales, a donde
seguramente todos los partidos, particularmente aquellos cuyos candidatos
perdieron en las urnas, se arrojarán contra el triunfador para tratar de echar
atrás los resultados.
Argumentos legales no les faltarán, desde
la presentación de pruebas fehacientes del reparto de diversos productos
durante las campañas y, sobre todo, en estos últimos días previos a la apertura
de urnas, con el insano propósito de comprar el voto, hasta el que
prácticamente todos los candidatos sobrepasaron los topes de campaña; también,
el día de la jornada, que varios grupos partidistas pusieron en marcha
mecanismos para atraer en su beneficio a votantes, dinero de por medio, para
lograr sus propósitos.
Periodísticamente, lo más interesante vendrá
a partir de que cierren las urnas. No solo lo que ocurra en las últimas horas
del domingo y las primeras del lunes, sino todas las siguientes semanas hasta
que los que legalmente hayan obtenido el triunfo ostenten ante las cámaras
fotográficas y de televisión el acta que les valide como diputados federales
electos.
La jornada no ha estado exenta de malos
augurios y en Veracruz las cosas no se separan mucho de lo que ocurre en el
ámbito nacional, desde la ‘sorpresiva’ irrupción de encapuchados en las
oficinas del Instituto Nacional Electoral (INE) en Xalapa para quemar papelería
y mobiliario, en un acto concertado a nivel nacional que a muchos les ha parecido
una maniobra oficialista para inhibir la participación de los votantes y poner
en entredicho movimientos sociales, hasta el robo de cerca de mil 200 boletas
electorales en el distrito de Boca del Río, donde se gesta una batalla
personalista entre Fidel Herrera y Miguel Ángel Yunes Linares.
Ya hemos visto cómo Reynaldo Escobar
Pérez, representante distrital del PRI ante el INE, de inmediato presentó
denuncia ante la PGR, y se espera que lo mismo hagan los panistas, para poner
un antecedente nefasto de cómo los intereses personales y facciosos pueden
poner en riesgo una elección, donde se juegan prestigios políticos.
Los
riesgos y los saldos negativos
A nivel nacional, el movimiento
magisterial ha jugado al agresor que se vuelve víctima si se le impide cumplir
con sus propósitos abiertamente atentatorios ya no contra el Estado sino contra
la misma ciudadanía, inerme ante la violencia social que no se detiene aunque
del otro lado haya familias afectadas. Los valientes radicales capturan a los
mexicanos impidiéndoles usar las redes carreteras, las líneas aéreas, las
calles y avenidas, y se lanzan contra oficinas electorales para impedir que
haya comicios.
Si las cosas siguen como van, si las
fuerzas federales o estatales intentan preservar la seguridad de la papelería
oficial y buscan que la jornada electoral se lleve a cabo, es muy posible que
las cosas se desborden y encuentren mártires de una lucha que habría que ver en
su justa dimensión. Pero independientemente de la violencia que se desate en
varios lugares, lo cierto es que la población evadirá acudir a cumplir con su
obligación ciudadana y pondrá en condiciones inestimables de triunfo a los
partidos más fuertes en la contienda, sean el PRI, el PAN, el PRD y, en algunos
sitios, el PVEM y Morena.
Las voces que se han multiplicado para
pedir el voto nulo, el abstencionismo o el voto en blanco lograrán un propósito
que tiene doble filo: por un lado, mostrarán el hartazgo de la población hacia
el proceso electoral que busca conformar una Cámara de Diputados a modo del
Presidente de la República y su partido, y por el otro, y lo más riesgoso,
ayudarán a ese partido a lograr un triunfo sin fisuras, sin contratiempos, y
permitirá que los demás partidos fuertes se repartan las curules, las
prerrogativas y los apoyos publicitarios hasta la saciedad.
Por eso podemos decir que los opuestos se
juntan. Al PRI le conviene que vaya a votar el menor número de ciudadanos
porque cuenta con voto duro y voto comprado y acarreado, dejando en la
inanición a partidos pequeños que no obtendrán lo suficiente ni siquiera para
mantener su registro, particularmente los más nuevos (Encuentro Social y Humanista).
Que el magisterio y muchos periodistas e intelectuales hayan emprendido
acciones orientadas a inhibir la participación ciudadana, lo que realmente
lograrán, paradójicamente, es el mismo resultado.
La primera jornada electoral federal de
Enrique Peña Nieto, por tanto, se desarrollará en los peores escenarios. De
entrada, para evitarlo, la Secretaría de Gobernación ha puesto en la mesa, para
consumo del magisterio radical, la reforma educativa, al posponer o cancelar la
evaluación de los profesores y directivos escolares. Pero en ello, como ha
escrito Jorge G. Castañeda, no se sabe si ha sido una maniobra inocente o
cínica, o ambas cosas, porque la CNTE y la CETEG no han disminuido su accionar
violento, amparándose en que son los representantes de la conciencia nacional.
Ojalá pueda lograrse que reine la cordura
y la civilidad política. De otra manera, la violencia será la que reine este
domingo que viene… y los días por venir.