La Xalapa de los eufemismos
Por Uriel Flores Aguayo.
Xalapa Enríquez Veracruz., 9 de
agosto 2012.-El uso de eufemismos en si mismo no está mal, a nadie le hace daño hablar
bien o expresarse de un modo suave; donde si veo problema y confusión deliberada,
todo un conjunto de costumbres, es en el lenguaje de la política y el gobierno,
donde se trata de simular tanto que se cae con facilidad en la demagogia y lo
“cantinflesco”. Por lo menos así me parece que ocurre en el ambiente Xalapeño.
La lejanía de los políticos con la
sociedad en general y la juventud en particular tiene que ver con esa forma
crítica y eufemística de hablar.
Vale la pena establecer un comparativo general entre ciertos eufemismos y
su significado real, a efecto de que se tenga un antecedente sencillo cuando se
pueda entrar al mundo eufemístico de la política local. En economía de espacio
voy a mencionar unos ejemplos donde colocaré
la letra E en el eufemismo y la
letra S en el significado: hacer el amor
,acostarse( E)- teniendo sexo, fornicar (S);entretenimiento adulto ( E )- pornografía (S); llenito, robusto ( E) – gordo ( S );
centro de reinserción social ( E )- cárcel ( S ) ; persona pequeña ( E ) –
enano ( S ) , intervención militar ( E )- guerra ( S ); jardín de paz ( E )- panteón; pasado de copas, tomado ( E
)- borracho ( S ); hombre de color ( E )- negro ( S ), etc.
Seria muy interesante y útil hacer un comparativo similar en el lenguaje de
los políticos Veracruzanos y Xalapeños, encontraríamos curiosidades y
tendríamos un poco mas claro quien es verdadero, diplomático o mentiroso. La
democratización exige, al parecer, que se hable directo y claro, sin perder el
estilo, llamándole a las cosas por su nombre: al pan, pan y al vino, vino. Ya
lo iremos viendo mas adelante.
En otro tema, me interesa referirme al relativo debate sobre el acatamiento de los fallos del Tribunal
Federal Electoral (TEPJF). Es de
obviedad que las resoluciones de dicho tribunal se ejecutan, es decir, se
acatan y ya; sin embargo, se escuchan no pocas voces de dirigentes partidistas que dicen
estar dispuestos a acatar tal o cual
resolutivo como si tuvieran alternativas. Algo similar está pasando con algunos personajes de la
izquierda en relación al juicio de inconformidad promovido por el Movimiento Progresista
en contra de los cómputos que favorecen a Peña Nieto. No están muy claras sus
motivaciones, en un acto a mi juicio prematuro, para anunciar a los cuatro
vientos que acatarán los fallos del tribunal, sin embargo, en términos legales,
esas posturas son irrelevantes. El problema es político, estas voces salen a la
escena pública en medio de la movilización de la izquierda y amplios segmentos
de la sociedad en contra de la imposición mediática de Peña, favoreciendo el
esquema que el PRI y los poderes fácticos impulsan para confundir a la
población y atacar a AMLO. El bloque de poder insiste, de origen, en que se
tiene que acatar el resolutivo del tribunal como si alguien estuviera diciendo
lo contrario.
No coincido con los planteamientos
de Graco Ramírez, Camacho Solís y Carlos Navarrete, me parece que ponen el
acento en lo que nadie discute y omiten los grandes problemas de una elección
inequitativa, sucia y muy cuestionada; no hablan del financiamiento ilegal y la
operación de compra de la Presidencia de la Republica. Sin prejuzgar, los veo
muy solícitos con los medios de comunicación en un afán innecesario y torpe de
deslinde con AMLO. Ese tipo de posturas con funden, son inoportunas y, de
alguna manera, también desleales con los
ciudadanos que mantienen una resistencia al avasallamiento de los poderosos de
México.
Minimizar la crisis política, frivolizar la resistencia, lucirse como
administradores de resultados que no son propios e invocar a cada rato, sin que venga al caso, la
moderación o lo modosito, fuera de contexto, sólo profundiza la división de la
izquierda y agrada a la oligarquía.
Recadito: congreso nacional de IDN – PRD los días 10,11 y 12 de agosto en
la ciudad de México