Sin
tacto
Por
Sergio González Levet
Duarte
ganador
De acuerdo a como transcurrió la jornada
electoral en Veracruz y con los resultados que arroja el PREP, podemos decir
que en el ámbito estatal hubo un gran ganador y un gran perdedor.
El gran ganador es Javier Duarte de Ochoa,
quien como Gobernador y como priista entregó las mejores cuentas posibles.
Es más, si un gran demiurgo le hubiera
concedido que él pusiera los resultados de la elección a su antojo, seguramente
los hubiera elegido como quedaron: con una gran mayoría para la coalición de su
partido y el PVEM; con sus cuatro más cercanos amigos y colaboradores -Silva,
Carvallo, Lagos, Mota- con sendos triunfos inobjetables; con dos victorias para
el PAN, dos para Morena y una para el PRD, que legitiman el respeto a la
voluntad popular de parte de su gobierno, y con una jornada tranquila, sin
violencias, libre de actos vandálicos.
El duartismo se ha alzado con un excelente
resultado en Veracruz, y este hecho traerá consecuencias inmediatas en lo
político y probablemente en lo financiero para el estado, aunque no lo no lo
quieran creer algunos emisarios del pretérito y hasta algunos sobrevivientes del
antepretérito.
El Gobernador logró sacar avante este
complicadísimo proceso electoral, y seguramente eso añade buenos puntos en su
cárdex ante la federación y ante el Presidente.
Y a partir del 1º de septiembre contará además
con el apoyo y las gestiones de 16 diputados uninominales de la bancada
veracruzana, a la que habrá que agregar uno o dos pluris, de acuerdo a como
quede la distribución de la representatividad proporcional en la nueva
Legislatura. 17 o 18 diputados afines, entre los cuales están los cuatro políticos
más cercanos a su proyecto… ni más ni menos ese proyecto que nació hace 15 años
en la minúscula oficina de 2x2 metros que compartían cinco muchachos llenos de
sueños y de hambre en el Senado de la República.
Veracruz será el estado que tenga la segunda
mayor representación de diputados priistas y Javier Duarte de Ochoa va a ser el
Gobernador con mayor número de diputados en el ámbito de su influencia (me
explico, el Edomex tendrá una bancada más numerosa, pero varios representantes
mexiquenses van a tomar acuerdo directamente con el presidente peña Nieto y no
con el gobernador Eruviel Ávila).
Y el gran perdedor, oh paradojas de la vida,
es Fidel Herrera Beltrán, quien vio enterradas sus mejores expectativas como
político vigente ante la derrota que sufrió de manos de su enemigo mayor, Miguel
Ángel Yunes Linares, con el que ha protagonizado por años la abuelita de todas
las batallas.
Casi un 2-1 a favor del panista Francisco Gutiérrez
de Velasco le recetaron los boqueños a la paladina fidelista Carolina Gudiño,
quien así pagó el alto precio de su soberbia y su alejamiento de la gente, que
es algo similar a lo que le pasó a otra política forjada por el tío Fide,
Elízabeth Morales, quien por primera y última vez en su vida sufrió una derrota
sonora y humillante en las urnas (y digo lo de última, porque después de ese
quemón histórico será imposible que vuelva a participar en elección alguna en
el futuro).
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