HAZ EL BIEN SIN
MIRAR A QUIEN
Uriel Flores Aguayo
Xalapa, Ver., a 03 de Enero del
2013.-Con profundas connotaciones religiosas esa expresión debe rescatarse y
aplicarse a la política, al servicio público y a la vida toda. El bien y el
mal, disyuntiva flexible o acartonada, relativa como casi todo en la vida. Pienso
en esos términos cuando reflexiono en la
vida de mi ciudad, Xalapa, donde, creo, mucha falta hace que se haga el bien, entendiendo
tal postura como voluntad y actitud positiva. Imaginemos si la política, tan
quemada, sirviera para hacer el bien, fuera útil, respetara la dignidad de las
personas y propiciara la participación ciudadana; seria todo distinto, mejor; tal
vez parezca algo ideal, de idealistas, lo es, porque es lo que se requiere:
esperanza, espíritu, ánimo, integración, generosidad y comunidad, es decir, valores
para contar con un proyecto común y con futuro.
No podemos seguir igual, algo debe cambiar: dirección, rumbo, prácticas
y ejemplos; salir del inmovilismo y la paja, de lo intrascendente y circular. En
ese sentido el esfuerzo de esclarecimiento, liberador, es fuerte, requiere
mucha concentración, idea y dignidad. Ante el mar de papeles, nombres e
ilegalidades es necesaria una postura selectiva, donde se opte por lo mejor, lo
que renueva y el cambio. Viene otra prueba para Xalapa, donde ya se instaló un
sistema clientelar asfixiante, un verdadero embudo que impide el progreso, el
orden y un aceptable nivel de vida; cada elección es una oportunidad abierta
para todos, es cuando se puede hacer algo para salirse del camino del
continuismo; son momentos que no se deben desaprovechar, a riesgo de seguir en
lo mismo, en el rezago de todo, sobre todo de optimismo razonable.
A estas alturas de la vida política de nuestro país, con alternancias de
ida y vuelta, con una fuerte recomposición del mapa político de México, cualquiera
esperaría elecciones limpias y efectivas en los municipios Veracruzanos, pero
no, no es así, todavía se viven a la antigüita, con desventajas, inequidades y
maniobras sucias. Si hablamos de la autoridad electoral ahí las cosas andan
mal, sin credibilidad y fuerza para hacer un papel imparcial y garante de elecciones
libres; de los partidos y sus aspirantes se puede esperar lo peor, como ya se
ve por todos lados; de las autoridades solo se reciben malos ejemplos, vicios
viejos y practicas caducas y antidemocráticas; en fin, hace falta mucho para
salir del círculo vicioso de las ilegalidades y la trampa, para volverlo círculo
virtuoso, donde reine el respeto, la libertad, la información y la voluntad
popular.
En nuestra realidad actual, la de hoy por hoy, ya vemos los rasgos de la
vieja política, la que realizan jóvenes y adultos políticos; es la del
atropello, la simulación, la trampa y el abuso de poder. Es indispensable
afirmar que las ilegalidades de hoy, evidentes, son la corrupción de mañana; por
eso no se deben permitir, son de exhibirse y sancionarse. Ahí están, se vistan
del ropaje que quieran, ya sea de revistas, programa de radio, saludos de algo,
etc. Es un imperativo social y ético, si queremos ser mejores como colectividad
no dejar que nos atrape la red de la simulación y rechazar, tajantemente, el
volvernos una comunidad de cínicos. Crecer como ciudad, ponerse los pantalones
largos y amarrarse las faldas, tener el aliento para superarnos en todo, soñar
con un ambiente sano, seguro y creativo, deben ser metas inmediatas, a
cumplirse ya.
Para eso puede servir la política bien entendida, la de servicio, donde
el discurso sea coherente, donde cada quien sea reconocido tal como es, donde
haya transparencia y autenticidad; no estoy hablando de vestimentas ideológicas,
no es el caso, sino de cuestiones muy sencillas, como hablar con la verdad y
hacer las cosas bien. Que sea para bien, ya depende de las convicciones y los
compromisos democráticos, tanto como la participación de la gente, de la presión
social y de los resultados, que siendo concretos y mayores generaran una dinámica
transformadora. La política, por supuesto, también es realismo y resultados. En
fin, Xalapa merece mucho mejor Gobierno, hagámoslo posible este año nuevo, el
2013.
Recadito: ¿qué sentimiento será mayor en
Xalapa: el anti priismo, el perredismo o el panismo?
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