Xalapa y sus
problemas.
Por Uriel Flores Aguayo.
Xalapa Enrique
Veracruz., 16 de Agosto 2012.-Es condición indispensable hablar de los problemas de nuestra entrañable
Xalapa, como punto de partida para participar en la búsqueda de sus solucione.
Si entendemos eso y que somos más que
los problemas que nos detienen y agobian, podremos avanzar y mejorar nuestras
condiciones de vida. Los objetivos y las metas colectivas también definen un
proyecto de municipio y ciudad; si
hablamos de una Xalapa sustentable, humanista, segura, incluyente, juvenil,
culta, limpia y de ley, esa es la altura
hasta donde deben crecer nuestros
esfuerzos.
Hablamos de varios problemas de la
mayor envergadura; en ese punto, salvo su colocación jerárquica, no habrá mayor
dificultad para ponernos de acuerdo; pero hay que hacer el diagnostico, tampoco
es de obviedad y ya. Son problemas que siempre se eluden, ante los que las
autoridades “nadan de muertito”, que tienen una solución técnica más
o menos ya elaborada.
La solución de esos problemas está supeditada al ejercicio de la voluntad
política y a la aplicación de la ley, ya que se prolongan hasta el infinito y
su descomposición por falta de autoridad y por cuidar intereses facciosos. Un
ejemplo, bueno o malo según se quiera ver, de la permisibilidad absurda y
agraviante de las autoridades es la constante presencia se Cesar del Ángel y
sus “cuatrocientos cueros”, quienes destruyen, ensucian, agreden y
obstruyen ante la gravísima omisión de
quienes deberían estarlos frenando.
El problema principal de Xalapa es político, en esa concepción de la
política antidemocrática, facciosa y
clientelar, en la que el interés colectivo siempre está supeditado a las
conveniencias de los pequeños grupos que imponen sus condiciones con la
complicidad de autoridades que privilegian sus carreras políticas: no
enfrentan, no resuelven, no deciden y no tocan intereses particulares. Ese es
el sistema político Xalapeño, clientelar y pusilánime, en el que mucho tiene
que ver un cabildo burocrático, sin liderazgo y muy poco representativo. La red
de intereses que se mueve en torno al Ayuntamiento es el núcleo antidemocrático
a vencer.
Junto a ese rezago y deviaciones
alienta tener una sociedad civil
medianamente fortalecida, una circulación informativa considerable, un
comportamiento electoral alternativo y plural, un nivel cultural destacable y
un ánimo ciudadano de cambio. Esas condiciones sociales plantean un reto serio
para los políticos locales, para quienes la critica y exigencia ciudadana cada
vez es mayor; de hecho, últimamente se han dado contundentes muestras de
desaprobación a los políticos folclóricos y frívolos.
La agenda xalapeña, proyecto de gobierno, debe incluir los grandes temas de
desarrollo social, no se deben tolerar los grados de marginación extrema que
tiene nuestra ciudad; los temas de la seguridad, los de la cultura, la
sustentabilidad, la reactivación económica vía rescates y turismo y las políticas publicas específicas para la
juventud.
En tanto capital estatal, con una
historia profunda, Xalapa requiere el apoyo federal y estatal; el Gobernador Duarte, debe tener un compromiso muy serio
con nuestro municipio. Para que Xalapa sea y parezca la capital de Veracruz,
requiere un gobierno profesional, plural, con visión social y de una línea democratizadora. Dudo
que desde el PRI se entienda y se quiera eso, tendrá que ser la oposición la
que lo logre a partir de una estrategia de apertura, de estudio y de propuestas
trascedentes. Somos mucho Xalapa para el tamaño de las autoridades que hemos
tenido, dicho con respeto pero con claridad.
Recadito: urge una denuncia penal contra De Ángel y los “cuatrocientos
cueros”.