Prospectiva

Jóvenes que votarán en 2018.



Por JAIME RÍOS OTERO

 Los gobiernos no le están poniendo atención a los jóvenes organizados en el Movimiento Yo soy 132, que se han venido expresando desde los días previos a los comicios federales, pero que pueden hacer y harán perder elecciones al PRI y al PAN en el futuro.

La primera ventaja que tienen los activistas de esa organización es su legitimidad social. La segunda, su juventud, que rebasará por muchos años a los vejestorios que gobiernan actualmente al país y al Estado, y que conste que no pierdo de vista la poco avanzada edad biológica del gobernador de Veracruz.

Por más que se quiera adjudicar la creación del Yo Soy 132 al PRD del Distrito Federal, lo que posiblemente sea cierto, lo importante en el análisis es el éxito que tuvo ahí mismo y en el resto del país. Adquirió legitimidad, se convirtió en un movimiento auténtico, con base social real y sin necesidad de militancia partidista previa.

Si el 68 fue un año que marcó un parteaguas para la consideración e inclusión de las generaciones de jóvenes en las cuestiones públicas, el otro gran quiebre es este de 2012, que superó en sus alcances al de aquellos pioneros, quizá porque el gobierno federal cortó de tajo las movilizaciones sesenteras mediante la metralla y la artillería, pero también porque no existían las redes sociales ni los extraordinarios medios de comunicación de que se dispone ahora.

Algo en lo que no se puede dudar es de la legitimidad del movimiento, porque a pesar de que se pretende embutir como estrategia de la izquierda, la participación de estudiantes de las principales universidades privadas como el Tec de Monterrey, la Universidad del Valle de México, la Anáhuac, la Universidad La Salle, la Ibero, etcétera, revela la creación de una base social auténtica y múltiple.

Según el IFE, 14 millones de jóvenes votaron por primera vez en una elección presidencial en este año. De ellos, 10.5 millones ya lo habían hecho anteriormente, pero no en una presidencial; y 3.5 millones estaban de absoluto estreno.

Es probable que muchos de los 14 millones de jóvenes que por primera vez votaron en una elección presidencial, lo hayan hecho siguiendo la inercia que tuvieron las movilizaciones juveniles del Yo Soy 132. Y aunque es difícil determinar qué porcentaje pudo haber procedido así, sería más interesante trasladar las proyecciones hacia el futuro para ver si estas movilizaciones de 2012 lograrán trascender el simple entusiasmo de este año.   

Porque la diferencia entre el primero y el segundo lugar (Peña Nieto vs. Andrés Manuel) fue de 3 millones de votos, lo que significa que para el 2018 esa cifra podría estar rebasada con nuevos votantes, que muy bien pudieran estar influidos ya con los movimientos sociales de los jóvenes de este “año del apocalipsis”.  

El asunto es que los chicos se siguen manifestando en el país por otros motivos, pero no se ve que autoridad alguna intente dialogar con ellos, atraerlos, abrirles canales de expresión, ofrecerles espacios y foros, donde sientan que hay autoridades comprometidas con las demandas sociales. Les dan tratamiento como de enemigos.

En el estado de Veracruz la cosa está más apretada. La diferencia en 2004, entre Fidel Herrera Beltrán y Gerardo Buganza Salmerón fue apenas de 25 mil votos: 962 mil 187 para Fidel Herrera; 936 mil 902 para Gerardo Buganza y 785 mil 437 votos para Dante Delgado. Según este computo, la diferencia para el ganador fueron 25 mil 283 votos. Javier Duarte de Ochoa remontó la diferencia y logró ubicarla en alrededor de 80 mil sufragios que le fueron favorables, respecto del segundo lugar, que fue para Miguel Ángel Yunes Linares.

En fin, que desapasionadamente, los amantes de lo electoral bien pueden ir haciendo algunas proyecciones actuariales, para asesorar a las gentes del gobierno sobre mejores estrategias de trato a los conflictos sociales.  

Temas misceláneos

*** Ayer lunes fue presentado en el Instituto Tecnológico Autónomo de México el libro “El gasto público y su normatividad”, del doctor René Mariani Ochoa, durante un evento en la biblioteca Gómez Morín. Correspondió al maestro Alfonso Franco Bolaños, profesor emérito del ITAM, hacer los comentarios sobre el texto, elaborado por el político veracruzano, quien es egresado de esa institución. Con esta obra, Mariani suma ya varios libros escritos, entre los que se cuentan “La inflación y la reexpresión de estados financieros”, “Diseño de un modelo personal de inversión”, “Práctica de reexpresión financiera”, “Impacto de la inflación en el sistema contable”, “Contabilidad administrativa”, además de otros sobre fiscalización superior, generados cuando fue auditor fundador del Orfis.

*** Tomó el toro por los cuernos el subsecretario de Gobierno, Enrique Ampudia Mello, y se trasladó a resolver el bloqueo que tenían habitantes de Jilotepec en la entrada al libramiento. Ante la ineficaz respuesta de la SCT, causante del conflicto, el funcionario tuvo que demostrar, por un lado sus capacidades de diálogo y persuasión para con los inconformes y, por otro, la coordinación institucional, pues llegó acompañado del director del Centro SCT, Agustín Basilio de la Vega.

*** Un poco tarde, las manifestaciones de los sindicatos afiliados al Congreso del Trabajo en Veracruz. Lástima que no son por la afectación que vayan a sufrir los trabajadores del país, sino para presionar porque no se dé la transparencia sindical.

*** Oportuna demanda del doctor Luis Alberto García Leyton, Gran Maestro de la Masonería veracruzana, para que sea abierto ya el libramiento de Xalapa, a fin de evitar los peligros que implica el tránsito de vehículos pesados por Circunvalación, zona densamente poblada y con mucho tráfico. La alcaldesa Elizabeth Morales fue coincidente en la necesidad de que Tránsito del Estado evite el paso de esos transportes durante el día, lo mismo que aquellas pipas que trasladan sustancias peligrosas.








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