La pequeña Mariel y su familia van hacia Adelante en El Cascajal.

* “Gracias Gobernador por mi casita, lo quiero mucho”, dijo emocionada.

* Ella y su familia lo perdieron todo con el huracán Karl.

El Aserradero, Mpio. de La Antigua, Ver., 24 de Agosto de 2011.-La familia Conde González recibió su nueva casa en esta comunidad, puesto que perdieron todo por el paso del huracán Karl en 2010. “Le agradezco mucho al Gobernador porque ya tenemos una casita de dos pisos donde vamos a vivir mis papás, mis hermanitos y yo, dígale que lo quiero mucho”, dijo la pequeña Mariel al recibir las llaves de su nuevo hogar.

La Antigua, Ver., 24 de Agosto de 2011.-Para Mariel Conde González, una pequeña de siete años de edad, hoy empieza una nueva vida hacia Adelante, en una casita donde tendrá, a decir de ella, su propia recámara que ya se la ganó a sus dos hermanitos, luego de que el año pasado su familia perdiera absolutamente todo, hasta su casa que fue arrastrada por el agua en la ribera del río La Antigua, en el Cascajal, con la llegada del huracán Karl.

Este miércoles, así como otras 134 familias, la de Mariel recibió las llaves de su vivienda en El Aserradero, en La Antigua, durante un evento donde el gobernador Javier Duarte de Ochoa anunció que se trata de la primera entrega hasta reponer un total de tres mil 500 viviendas para damnificados en todo el territorio veracruzano, con recursos estatales y federales.

“Le agradezco mucho al Gobernador porque ya tenemos una casita de dos pisos donde vamos a vivir mis papás, mis hermanitos y yo, dígale que lo quiero mucho”, dijo Mariel feliz previo al evento, quien por ser la más pequeña de la familia es la consentida.

“Que Diocito bendiga a Don Javier”, insistió la niña, que al preguntarle qué más quería, su respuesta sin pensarlo fue “quiero tener una muñeca”.

Y es que como dice el dicho, luego de la tempestad viene la calma, hoy ya están felices luego de la tragedia que vivió su familia aquella noche de septiembre del 2010, cuando de repente se vieron rodeados de agua que subía su nivel rápidamente, y donde con apoyo de los vecinos ella y sus dos hermanitos Ciro y Luis de 10 y ocho años respectivamente, así como sus papás Ciro y Esperanza buscaron un refugio en la parte alta de El Cascajal.

“Estábamos en casa de noche, venía el agua y a mi mamá el agua le tapaba las piernas y nos fuimos con Moi el de la tiendita allá arriba, luego nos fuimos a la escuela, nos dieron café, colchonetas y nos dormimos ahí”.

Con la inocencia de un niño de su edad y el recuerdo aún fresco en su memoria continuó: “Luego mi mamá le dijo a mi papá ve a ver la casa y mi papá le contestó que ya no estaba, el agua ya se la había llevado, también el dinero se quedó en el ropero dentro de un bote y se perdió”, dijo con melancolía en su rostro.

Después de haberlo perdido todo, la familia de Marielita hoy contenta de iniciar una nueva vida en un hogar ubicado en un lugar seguro, ya sólo platican por lo que vivieron, dan gracias a Dios por haber salido ilesos de ello, al mismo tiempo que agradecen al gobernador Javier Duarte de Ochoa por cumplir el compromiso asumido con ellos al otorgarles casas dignas dónde vivir.

Cabe señalar que recientemente la familia de la pequeña Mariel tuvo que vivir en un albergue temporal en El Aserradero en viviendas improvisadas a base de lámina, madera y cartón, con piso de tierra que les provocaban serios problemas de salud, sobre todo a los niños, al no tener otro lugar dónde habitar.

Ahora, vivirán en una casa de dos pisos con los servicios de electrificación y agua potable, con piso digno y además construida con material de calidad que garantiza la seguridad de toda la familia, llueva, truene o relampaguee.

Marielita y sus hermanitos ya hasta fueron inscritos para cursar su primaria en la escuela de La Antigua, donde continúan sus estudios, en tanto que sus padres seguirán haciendo jornadas de limpieza de potreros y la siembra según la temporada en el municipio de Cardel.

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