Xalapa, Ver., 16 de diciembre de 2012.

De la Navidad regresamos a la realidad

Con la fiesta del bautismo de Jesús los cristianos concluimos la temporada de fiestas navideñas, por lo que a partir de este domingo se recogen oficialmente los nacimientos y todos los arreglos navideños.
Ahora se trata de retomar con fortaleza, entusiasmo y esperanza cada uno de los compromisos de nuestra vida. Por eso, de la Navidad regresamos a la realidad, aunque no lo decimos de una manera nostálgica porque ya se haya terminado el tiempo de festejos y descanso, sino que lo decimos con una actitud de confianza y compromiso porque queremos integrar al inicio del año la luz, la justicia, la verdad, la buena voluntad, la disposición al perdón, los sentimientos de paz y fraternidad que sembró en nuestros corazones la fiesta de Navidad.

En el caso de los cristianos se irá viendo de qué estamos hechos y para qué nos alcanza nuestra fe, ya que ahora tenemos que proyectar y reconocer la presencia de Dios en el trabajo, en la familia, en la escuela y en los distintos ambientes donde realizamos nuestra existencia. Si celebramos la Navidad con un espíritu cristiano y si aceptamos durante estos días la presencia de Dios, entonces tenemos que considerar lo que se espera de nosotros frente a los retos y escenarios sociales.

No olvidemos que será un año de fuertes agitaciones políticas especialmente por las elecciones de presidentes municipales y diputados locales. Como cristianos no podemos desligar nuestra fe de las obligaciones políticas, por lo que tenemos que estar a la altura para participar, razonar y emitir libremente nuestro voto y exigir campañas electorales más dignas, respetuosas de las esperanzas de nuestro pueblo y basadas en la realidad. Comienza a aparecer con cierta preocupación el mismo discurso polarizante que habla simplemente de ganar sin demostrar la trascendencia y viabilidad de los proyectos políticos. Asimismo, se nota un mayor desgaste y especulación en la elección de los candidatos que en la planeación de un proyecto político que sea un verdadero generador del desarrollo para nuestros municipios.

Por otra parte, vemos con esperanza que se sigan haciendo grandes esfuerzos para la recuperación de la paz en nuestros ambientes. Sin embargo, hace falta que esta empresa loable y digna de reconocimiento que han encabezado las autoridades estatales y las fuerzas del orden se vea enriquecida por una serie de políticas que fortalezcan a la familia, que ofrezcan mayores oportunidades de estudio y mayores espacios de convivencia a los jóvenes, así como en una serie de políticas que inviertan más en la cultura a través de la promoción de los valores.

A lo largo del año habrá diversos retos y se vislumbrarán otros escenarios, por lo que esperamos que los que hemos renovado nuestra fe en las fiestas navideñas estemos a la altura de las circunstancia para participar activamente y para comprometernos en la construcción de una mejor sociedad en la que se combatan con determinación las desigualdades, la pobreza, la marginación, las injusticias y la inseguridad.

Pbro. José Juan Sánchez Jácome
Director
Oficina de Comunicación Social
Arquidiócesis de Xalapa

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