Prospectiva

¿Van de nuevo por lo afro?

Por JAIME RÍOS OTERO

Con un panorama de competición muy parecido al que ha tenido México en las dos últimas elecciones presidenciales, pero sin el descaro de las mentiras de las encuestadoras y con otro estilo de gastar el dinero (diverso de las despensas), Estados Unidos llega hoy al día en que habrá de elegir Presidente para los próximos cuatro años.

A los expertos les resulta imposible pronosticar de una manera precisa quién va a ganar, porque hay variables que pueden modificar lo que es la pírrica ventaja que tiene el presidente en los sondeos.  Pese a que está por delante en 6 de los 7 estados decisivos, por 5, 2 o 1 punto inclusive, pero dicen que hasta las contingencias meteorológicas, que pueden desestimular el voto, serían determinantes para hacerle perder.

A ello se añade que Obama da la impresión de sufrir el síndrome de Josefina Vázquez Mota, se ve desinflado, opaco, con menos carisma que en su primera campaña. Así le ocurrió a la panista nomás llegando a la campaña presidencial, como que comenzó a perder el brillo que se le vio para derrotar a su correligionario Ernesto Cordero.

Por cierto, si a usted le interesa entender cómo se realizan las elecciones en Estados Unidos, debe leer el libro escrito en 2001 por el doctor Eduardo Andrade Sánchez, titulado “Deficiencias del sistema electoral norteamericano”, y publicado por la UNAM. Lo puede encontrar en la página del Instituto de Investigaciones Jurídicas, en la dirección:  http://biblio.juridicas.unam.mx/libros/libro.htm?l=6, donde generosamente es ofrecido.

Ahí, el doctor Andrade aborda los cuatro grandes temas que son fundamentales en una batalla electoral en el vecino país: primero, qué es y cómo funciona el sistema de elección indirecta, característico de gringolandia; segundo, las deficiencias legales que pueden propiciar el fraude; luego, la elección del año 2000 entre Al Gore y George Bush, que fue sumamente cuestionada; y, finalmente, cómo se dio la judicialización de esos comicios.

Así que, para los observadores, esta vez se contraponen la buena maquinaria electoral que tiene Obama contra la participación más constante de los republicanos; en la pasada elección, el afroamericano tuvo mayor entusiasmo, sobre todo juvenil y femenino, pero esta vez se prevé que sea menor. Entre las mujeres, el descenso ha sido de 6 puntos con respecto a 2008; y el apoyo de los votantes de raza blanca ha descendido 11 puntos. En cambio, tiene a su favor 11 puntos más, pero entre los votantes de raza hispana.

También parece que el debate de Denver afectó sensiblemente al candidato demócrata, aparte de que el republicano ha dispuesto de sumas millonarias provenientes de donaciones. Gracias a una decisión del Tribunal Supremo, los Comités de Acción Política pueden gastar de forma ilimitada, y llevan unos 840 millones de dólares, de los que un 69% ha sido para Romney y un 28% para Obama. Tan solo un empresario, el conservador Sheldon Adelson, ha aportado él solo 54 millones a favor del republicano.

De tal suerte que la contienda que hoy culmina será apasionante, con el suspenso que tanto les gusta a los norteamericanos y con una elevada dosis de dramatismo, donde se verá si el país más poderoso del mundo le sigue apostando a la pluralidad a favor del afroamericano, o retorna a ese espíritu conservador tan latente en sus genes, que ha llevado a algunos estudiosos a decir que Estados Unidos en realidad es un pueblote.

Temas misceláneos

*** Tiene razón el doctor Luis Alberto García Leyton, líder de los grupos liberales de la Entidad, al hacer un exhorto al sector privado para que inviertan más en infraestructura y capacitación, a fin de estar a la altura de la promoción turística que se hace del Estado.

De nada sirve que se aireen las bellezas naturales y las innumerables riquezas en gastronomía, folclor, música y espíritu jovial de los veracruzanos, si a la hora en que llegan los turistas se encuentran con servicios deprimentes y de ínfima categoría.


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