Su embarazo había transcurrido de manera normal.

Esmeralda, una victoria contra la muerte materna.

* Todo comenzó con dolor de cabeza; el diagnóstico: eclampsia.

Tlapacoyan, Ver., 05 de Octubre de 2011.-A sus 22 años de edad, Esmeralda es una madre que salvó su vida y la de su hijo porque su familia y los médicos reaccionaron y actuaron inmediatamente. Originaria de la comunidad El Palmar, en el municipio de Tlapacoyan, esta joven veracruzana libró la batalla contra la muerte materna.

“Creo que volví a nacer”. Así comenzó Esmeralda el relato de la historia de su embarazo que se había desarrollado sin ninguna complicación hasta la noche del 26 de enero del 2011, cuando sintió un fuerte dolor de cabeza. A la mañana siguiente y después de hacer el desayuno a su esposo, tuvo una crisis de convulsiones que la llevó al Hospital de Tlapacoyan.

“Recuerdo muy poco, todo paso muy rápido. Llegando al hospital perdí el conocimiento y desperté con un dolor muy fuerte en el Centro de Especialidades Médicas en Xalapa, creo que es bueno no acordarse de todo”, y entonces llora por la angustia que vivió junto con su familia, pero ahí está Bernabé García, su esposo, siempre junto a ella, y entonces él habla de la desesperación que sufrió al no saber qué pasaría con Esmeralda y su hijo.

“Llevé a mi esposa al Hospital de Tlapacoyan, el diagnóstico que ahí me daban era muy malo y los doctores deciden enviarla al Hospital de Martínez de la Torre para salvarle la vida; el personal médico no me decía mucho, pero yo lo veía todo en sus caras”.

En Martínez de la Torre, los médicos decidieron interrumpir el embarazo que prácticamente ya había llegado a su término; afortunadamente el pequeño Jonathan nació sin ninguna complicación, pero Esmeralda se encontraba en peligro de muerte.

En este momento, la voz de Bernabé se corta y sus ojos se llenan de lágrimas cuando dice “mis respetos para los doctores porque la salvaron, enseguida llegaron dos médicos en una ambulancia de la ciudad de Xalapa, se llevaron a mi esposa y a mi bebé; yo no sabía qué pasaba, habían llegado por ella para trasladarla al Centro de Especialidades Médicas”, recuerda.

El diagnóstico médico estableció que Esmeralda tenía eclampsia, pero las cosas llegaron a complicarse más; tuvo daños en un pulmón por lo que hubo que realizarle una cirugía de tórax. “Era muy triste entrar a ver a Esmeralda a la Unidad de Cuidados Intensivos, estaba llena de tubos y con un ventilador artificial. Fueron momentos de mucha desesperación, sin dinero y solo”.

Es aquí cuando Esmeralda retoma la palabra: “Sólo recuerdo que abrí los ojos un sábado y que estaba conectada a muchos aparatos y un respirador. No sabía que había pasado con mi bebé y conmigo, sentía un fuerte dolor en la espalda. Viví muchos días de mucha angustia, dolor, de no ver a mi familia y no conocer a mi hijo.

Ahora, Esmeralda no tiene palabras para agradecer los cuidados y las atenciones porque “los doctores me consentían mucho, siempre estuvieron pendientes de lo que necesitaba, no me dejaron morir. La decisión de ir por mí a Martínez de la Torre me salvó la vida”.

“Apenas puedo creer que estoy aquí con mi bebé y mi familia después de todo lo que pasó. Bernabé nunca me dejó sola, es un hombre muy fuerte y mi familia fue un gran soporte.

Tuvimos mucho apoyo en los hospitales, las enfermeras, los doctores, todos estuvieron al pendiente de mí, esto es un antes y después en mi vida y gracias a la atención médica y a la ayuda económica de los Servicios de Salud de Veracruz puedo estar aquí disfrutando a mi familia”.

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